Teorías conspirativas
Kate Middleton: declive y conjuras en la Casa Windsor
Según los expertos, hay cosas que no se están gestionando de manera adecuada y la rumorología daña sobremanera a la institución
Isabel II siempre abogó por «nunca quejarse, nunca dar explicaciones». Pero la soberana también decía que había que «ser vistos para ser creídos» y que la supervivencia de la Monarquía dependía de su adaptación a los nuevos tiempos. Tras siete décadas de reinado, la popular monarca ya no está. Y en plena transición, La Firma está dejando que la bola de nieve termine arrasando todo lo que encuentre a su paso. ¿Sigue siendo adecuada la estrategia del silencio ante Kate?
Las teorías de la conspiración respecto a la princesa de Gales van subiendo de nivel. El propio Gobierno británico ha contribuido esta semana a ello sin quererlo cometiendo un fallo difícil de justificar. Pocas horas después de que el ministerio de Defensa anunciara que la princesa de Gales asistiría a una ceremonia de Trooping the Color en junio,la noticia se retiraba creando aun más rumorología.
Por su parte, los periódicos del Reino Unido se han negado a publicar las fotografías que el pasado lunes sacaba la web americana TMZ asegurando que eran las primeras imágenes de Kate desde que fuera hospitalizada. Sin que nadie haya confirmado su veracidad, mostraban a una joven que parecía ser Kate con grandes gafas de sol y la cara algo hinchada en un coche que conducía su madre Carole.
El «Daily Mail» recalcó que no se publicaron porque el Palacio de Kensington, donde William y Kate tienen sus oficinas, «apeló para que ella pudiera recuperarse en privado». Eso sí, el rotativo sí especuló sobre dónde y cómo se habían tomado sugiriendo que fue el mismo lunes por la mañana, poco después de que la princesa de Gales dejara a sus hijos en el colegio. ¿Tiene sentido no publicarlas, pero hablar de ellas?
La Justicia británica dictaminó en su momento que el derecho a la intimidad se extiende a los miembros de la Familia Real y el Código deontológico de los editores protege a todas las personas contra la intromisión injustificada en asuntos de salud. Pero la rumorología está dañando sobremanera a la institución hasta el punto que los tabloides hablan ya del «declive de la Casa Windsor». Hay cosas fuera del control para La Firma, como el cáncer de Carlos III o la «intervención abdominal» de Kate. Pero hay otras cuestiones que sí se pueden gestionar y, según los expertos, no se está haciendo de manera apropiada. El Palacio de Kensington no se mueve del guión: Kate no volverá a sus obligaciones reales hasta después de Semana Santa. Por lo tanto, la única certeza en la saga es la participación de su tío, Gary Goldsmith, en el Gran Hermano VIP. Los expertos dicen que las payasadas del tío rebelde pueden proporcionar una «distracción bienvenida para los tabloides».
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