
Líos de familia (real)
Se filtra cómo influye Camilla en la guerra sin cuartel entre Carlos III y el príncipe Harry
Mientras el hijo desafía a su padre y su hermano una y otra vez, la “madrastra malvada” sigue una estudiada estrategia. Acaba de salir a la luz

La familia real británica es una familia desestructurada. Es más, ahora mismo está rota. Desde que el príncipe Harry decidiese cortar lazos con su padre, el rey Carlos III de Inglaterra, y su hermano, el príncipe Guillermo, la polémica ha estado a la orden del día. Son infinitos los gestos feos que se han realizado desde ambos lados, perpetuando sus diferencias, enfrentándoles aún más y haciendo partícipes de sus reproches al mundo entero. Mientras tanto, las féminas de la casa tratan de guardar la compostura y ofrecer su mejor sonrisa, con ansias de distraer al público y que la polémica no se desborde. No siempre lo consiguen.
Kate Middleton sí que ha logrado acaparar todas las miradas este tiempo en el que ha estado luchando por recuperar la salud y ganarle la batalla al cáncer. La reina Camilla, por su lado, ha ganado peso en la familia al sacar adelante los compromisos de la agenda oficial mientras su esposo libraba la misma guerra contra la enfermedad que su nuera. Sin embargo, poco han logrado hacer para frenar las polémicas que llegan desde el otro lado del charco, protagonizadas no solo por el príncipe Harry, sino también por su mujer, Meghan Markle. También los desafíos que plantea a la familia cuando pone rumbo a Reino Unido y no muestra el más mínimo interés en visitarlos y así acallar voces que claman al cielo por sus disputas. Ahora se ha filtrado qué pinta en toda esta historia Camilla Parker Bowles.

El papel de la reina Camilla en la guerra de Calos III y su hijo Harry
Los desaires del príncipe Harry hacia su padre y su hermano han sido muy sonados y ampliamente analizados por los tabloides británicos y la prensa internacional. Esto ha colocado a la reina Camilla en una incómoda tesitura, aunque su lealtad hacia su marido es inquebrantable. Especialmente en este punto en el que los duques de Sussex son sus enemigos públicos número uno, dignos rivales a tumbar en lo personal y en lo mediático. Así lo destacan desde el propio palacio de Buckingham una fuente consultada por ‘Express’, que asegura que la consorte británica no tiene ninguna intención de facilitarle las cosas al príncipe Harry si desea recuperar el favor de su padre y su hermano.
Mucho deben cambiar las cosas para que ella mueva un dedo a su favor. No vio con buenos ojos que señalase a la familia real británica como “racista”, por cómo trataron a su mujer, Meghan Markle, quien incluso se planteó el suicidio como vía de escape a lo que sufría con la familia Windsor. Esto se lo tomó como un ataque personal, al ponerse en duda su civismo. También ve injusto cómo ha tratado a su padre durante su cáncer, al no preocuparse lo más mínimo por él, aunque el príncipe Harry ya ha denunciado que es el rey Carlos III quien no descuelga el teléfono cuando le llama. Sea como fuere, ella no piensa mediar. No quiere favorecer un acercamiento, pero tampoco piensa suponer un obstáculo añadido en la relación de su esposo con su díscolo hijo.

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