Reino Unido

Kate, la (otra) princesa maldita de Gales

La mujer de William ha heredado el mito que representó Diana

Kate Middleton, duquesa de Cambridge, asiste a un Servicio de Acción de Gracias por el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo en la Abadía de Westminster en Londres, el martes 29 de marzo de 2022.
Kate Middleton, duquesa de Cambridge, asiste a un Servicio de Acción de Gracias por el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo en la Abadía de Westminster en Londres, el martes 29 de marzo de 2022.Kirsty O'ConnorGTRES

La Firma puede resultar una fortaleza de difícil acceso informativo, pero, pese a los silencios, se puede ver qué tipo de ambiciones tienen los miembros de la Familia Real evaluando el tipo de fichajes que hacen para sus equipos. Y lo que está haciendo ahora Kate Middleton es una señal muy clara de cómo está redefiniendo su nuevo rol.

La nueva princesa de Gales ha contratado a Alison Cortield, una experta en gestión de marca del sector privado, para afrontar una nueva etapa cargada de simbolismo. Se trata de un perfil que nada tiene que ver con el estilo de Palacio. La que fuera mente maestra de la poderosa campaña llevada en su día por el chef Jamie Oliver para crear conciencia sobre la educación alimentaria en las escuelas y reducir comida basura es muy expresiva, directa, ruidosa, entusiasta. En definitiva, supone una gran bocanada de aire fresco.

Y sea lo que sea lo que esté ocurriendo, funciona. Porque la popularidad de Kate es ya más alta que la de su marido William, heredero al trono, o el propio Carlos III. Su papel siempre ha sido impoluto. Pero ahora se la ve más segura de sí misma, más natural, más empoderada. En definitiva, se ha convertido en el activo más importante de la Corona británica. Sabe que la monarquía y la familia real la necesitan mucho más de lo que ella los necesita a ellos.

Nadie después de Lady Di había ocupado antes el título de princesa de Gales. Habérselo dado en su día a Camilla habría supuesto casi una profanación. Para Kate, por tanto, supone de alguna manera heredar el mito que representó Diana. Con todas las luces y sombras que eso supone. Y, ante todo, con toda la exposición mediática que implica, con todos los ruidos de los rumores de tabloides que en los últimos días han hablado incluso de una supuesta amante de su marido.

Kate Middleton con abrigo de pata de gallo
Kate Middleton con abrigo de pata de gallo GTRES

Lejos de apagarse, su imagen brilla más que nunca y eso que los problemas no dejan de acecharle, como la supuesta infidelidad del príncipe (¿similitud con Diana?). En cada una de sus apariciones se supera. La toma de su nuevo título ha coincidido precisamente con la publicación de las memorias de Harry. Y cuantas más polémicas salen respecto a las confesiones del hijo menor del rey, más se incrementa la agenda de Kate. Para una institución en plena transición tras la muerte de Isabel II –figura de continuidad en un trono de siete décadas– la mujer del heredero representa no solo el presente, sino también el futuro. La nueva princesa de Gales es, en definitiva, un nuevo mito. Y esta vez, a diferencia de lo que ocurría con Diana, rema en la misma dirección de Palacio, una oportunidad única que La Firma no está dispuesta a desaprovechar.