La primera escapada privada de Leonor con sus amigos cadetes (y dos guardaespaldas)

La Princesa Leonor ya está haciendo vida normal como cualquier otro cadete alistado en la Academia General Militar de Zaragoza. No solo en lo que representa sus quehaceres diarios para conseguir los conocimientos tácticos necesarios sobre los tres ejércitos para convertirse en un futuro en su jefa, sino también en lo referente al ocio. La hija del Rey Felipe VI y la Reina Letizia también puede disfrutar como el resto de sus compañeros de los fines de semana libres, pudiendo hacer lo que le plazca. Y así ha hecho, protagonizando su primera escapada lúdica con sus amigos de academia.

El lugar elegido para su primera aventura como cadete en tiempo libre ha sido visitar la ciudad de Zaragoza, que se encuentra a unos seis kilómetros del que será su hogar los próximos meses mientras dure su formación militar. Una salida con amigos de academia con los que se dejó ver por las calles zaragozanas el pasado domingo, además de haciendo parada en el bar El Tuno, donde sació su sed y su apetito junto a sus nuevos compañeros. Un rincón situado en la plaza de San Francisco y que reúne a muchos jóvenes, no solo a cadetes, también a universitarios que acuden a esta ciudad a completar sus estudios superiores.

Los testigos sitúan a la Princesa Leonor junto a un grupo de otros 25 jóvenes de su edad, todos ellos miembros de la misma promoción de cadetes. No quiso darse aires de realeza y optó por llevar un look informar, formado por camisa en color rosa y un sencillo pantalón negro. Además, para proteger su identidad de miradas ajenas y evitar que su popularidad arruine el plan de sus amigos, prefirió realizar la visita con unas grandes gafas de sol cubriendo su rostro. Incluso en el bar, donde llegó en torno a las 20 horas y donde disfrutaron durante una hora. Allí dieron buena cuenta de pizzas, bocadillos, hamburguesas y huevos rotos, como así ha confesado Fineta, la camarera que les atendió en la barra. Para beber: coca cola y agua.

La princesa Leonor y sus compañeros, que ya están cerca de convertirse en amigos, tenían revista a las 21:30 horas, como así establece el código de conducta de la academia. Es por eso que no quisieron demorarse demasiado en su escapada y optaron por coger un taxi para salvar la distancia de seis kilómetros que los separaba. No sin antes saldar su deuda con el bar, donde finalmente consumieron por valor de 170 euros, cuya cuantía repartieron a partes iguales.

Como cabría esperar, esta inesperada visita llena de “orgullo” al dueño del establecimiento, Isidro Francés Ruiz, quien ha hablado para el ‘Heraldo de Aragón’. Ha reconocido que saber que su bar ha acogido la primera escapada de la Princesa Leonor lo considera “un honor”. También por las buenas maneras de la joven al tratar a su equipo: “Ella se mostró muy agradable y fue una más del grupo. Creo que algún cliente les hizo fotos, aunque iba acompañada por dos policías secretos”, mantiene, refiriéndose al equipo de seguridad privado dispuesto por Casa Real para proteger a la heredera al trono. “Para nuestro negocio es muy importante que haya venido la Princesa de Asturias. Sus escoltas fueron muy correctos y se sentaron en otra mesa separada de los cadetes”, matiza.