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Cindy Crawford y las supermodelos que cambiaron el mundo: «Éramos como los Beatles»

Las top de los 90 vuelven a reunirse pasada la cincuentena en una serie documental en la que revelan que no todo era glamour.

Supermodel Cindy Crawford is shown in this undated file photo.
Supermodel Cindy Crawford is shown in this undated file photo. GILLES BENSIMONAgencia AP

Cindy Crawford (57), Linda Evangelista (58), Christy Turlington (54) y Naomi Campbell (53) revolucionaron la industria de la moda en la década de los 90 reinando tanto en el papel «couché» («Vogue» las convirtió iconos de la nueva belleza de una mujer poderosa y empoderada, orgullosa de su personalidad) como en las pasarelas (los grandes diseñadores se peleaban por tenerlas en sus desfiles). «Su prestigio era tan extraordinario que permitió a las cuatro superar a las marcas que exhibieron», explica Apple TV+ en la presentación de la serie documental «Las supermodelos», que se ha estrenado este miércoles, 20 de septiembre.

Eran adolescentes, cuando entre 1983 y 1986 se pusieron por primera vez delante de una cámara. Desde sus diferentes lugares de origen (EEUU, Canadá y Reino Unido), sus vidas se unirían en Nueva York, donde Elite y Ford, las mejores agencias de modelos, las ficharon y las retrataron leyendas como Richard Avedon, Steven Meisel, Althur Elgort o Peter Lindbergh, entre otros grandes.

Pero fue la portada de la edición británica de «Vogue», de enero de 1990, la que dio el pistoletazo de salida de la era de las supermodelos. Lindbergh las inmortalizó un año antes, jovencísimas, en vaqueros y con apenas maquillaje, en una calle de la Gran Manzana. La foto de las cuatro protagonistas, junto con la desaparecida Tatjana Patitz, inspiró también al cantante George Michael para presentar a las modelos en el vídeo de «Freedom!’90». Dos años después, Versace eligió al mismo cuarteto para su desfile de moda otoño/invierno de 1991. Fue uno de los momentos más estelares e icónicos de sus carreras.

Un lunar, objeto de deseo

Crawford no tardó en ser apodada «la mujer más guapa y más deseada de América», a pesar de que se empeñaban en taparle con maquillaje el lunar de la boca, que luego se convirtió en uno de sus rasgos más conocidos e incluso muchas mujeres del mundo soñaron con tener uno igual.

Ella, al igual que el resto de las supermodelos se convirtieron en las primeras influencers, un término por entonces aún desconocido. De hecho, su aparición, en 1991, del brazo de Richard Gere en la Gala de los Oscar, vestida con un Versace rojo, fue el principio de todos los vestidos rojos en la «red carpet». «Cada una de ellas, a su manera, han sido increíbles marcando tendencias. Fueron innovadoras, incluso, en cómo se unieron, y en cómo se volvieron poderosas, dueñas de su belleza y su poder», describe Roger Ross Williams, uno de los directores del documental, junto a Larissa Bills.

«Fue una locura, éramos como los Beatles», coinciden Cindy y Linda en el reportaje, que se divide en cuatro capítulos de una hora cada uno, y que ha vuelto a reunir a las «tops» de los 90 que precedieron a otras como Kate Moss o Gisele Bündchen.

Encontronazo con Oprah

La legendaria top recuerda también un encuentro con Oprah Winfrey, que le marcó en aquella época. Tenía solo 20 años cuando la periodista le pidió en mitad de una entrevista en «The Oprah Winfrey Show» que se pusiera de pie: «Esto es lo que yo llamo un cuerpo. Muéstranos por qué eres digna de estar aquí», le dijo. Crawford, que ahora tiene 57 años, revela cómo se sintió en ese momento al ser tratada «como un objeto o una niña que solo estaba ahí para ser vista, no escuchada. Yo era como un mueble». Crawford reconoce que no comprendía el alcance de lo que estaba pasando en ese momento. Años más tarde, cuando vio el clip de la entrevista, se dio cuenta de que no era el escenario adecuado, especialmente porque estaba hablando con alguien de la altura de Oprah Winfrey, una figura destacada de la industria del entretenimiento. En «The Super Models» confiesa también las dificultades que encontró para que su padre, John Crawford, la apoyara en su profesión, hasta el punto de hacerla creer que era «una deshonra». A pesar de todo, se ha convertido en un ejemplo motivador de tenacidad y logros en un mundo tan competitivo como peligroso.

Naomi Campbell: «La droga me estaba matando»

La «diosa de ébano» protagoniza también el documental de Apple TV, en el que no pasa por alto uno de los episodios más dolorosos de su vida: su adicción a las drogas. «Me estaba matando», cuenta con el alivio de quien echa la vista atrás y ve que ha conseguido salir de ese mundo. Al rememorar aquella etapa, confiesa que recurrió a la cocaína por vivir su infancia ligada a la soledad: se crio sin conocer a su padre y sin poder ver a su madre.