El resurgir de Sharon Tate

Roman Polanski ha confesado que nunca ha podido olvidarla, que le cuesta disfrutar de asuntos puramente estéticos sin que le recuerden a la que iba a ser la madre de su hijo, aunque hayan pasado 45 años y pese al eterno cliché de que el tiempo lo cura todo. Por eso no ha dudado en participar en el homenaje que le han querido rendir a Sharon Tate sus familiares más cercanos en forma de libro –«Sharon Tate: Recollection»– y, como dice la editorial responsable del trabajo, las personas que mejor la conocían. La lista es extensa pese a que se fue de forma abrupta a los 26 años. A esas alturas, la joven, nacida en Texas, ya había tenido que ver con gigantes de la industria como Jane Fonda o Joan Collins, gente que tuvo que vivir con estupor las noticias que se generaron el 9 de agosto de 1969 en la casa del director franco-polaco. Allí, en el 10050 de Cielo Drive, en una lujosa mansión de Los Ángeles, se cebaron los seguidores de Charles Manson con la actriz y con las cuatro personas que estaban en la casa con ella. En total, entraron cuatro asesinos de la familia Manson, y una de ellas, Susan Atkins, le asestó 16 puñaladas a una mujer que no entendía lo que estaba pasando y que imploraba por su vida y la del bebé de ocho meses que llevaba en sus entrañas.

Los Manson se llevaron por delante la vida de una mujer que, además de juventud y belleza, destilaba personalidad, como las actrices a las que Polanski echó el guante durante sus años de cine pletórico. El libro es un reflejo del carácter de Tate a base de fotos, ensayos y reflexiones que quedaron de la trayectoria de la actriz, retratada por maestros como Milton Greene, Jean-Jacques Bugat o Shahrokh Hatami. «El objetivo es proporcionar a las legiones de actuales y futuros fans el verdadero significado de lo que Sharon fue: un espíritu único y gentil que trascendió más allá de la pantalla», cuenta Debra Tate, la hermana de la actriz que ha capitaneado el esfuerzo de la obra. De acuerdo a su descripción, no es, ni mucho menos, una biografía clásica, sino un recuento del material para reflejar el impacto que tuvo Tate en su época, una actriz en plena efervescencia tras haber trabajado en cintas como «La semilla del diablo» y «El valle de las muñecas», descrita por Steve McQueen como la mujer más guapa que había tenido el gusto de conocer. Ese talento y ese despliegue de grandeza fueron de Polanski, que llevaba casado con ella un año cuando fue brutalmente asesinada, un amor que le arrancaron de cuajo. «Incluso después de tantos años, me descubro a mí mismo siendo incapaz de ver una puesta de sol espectacular, o de visitar una casa antigua con encanto o de experimentar placer visual de cualquier tipo sin pensar en cuánto lo hubiera disfrutado ella. En esa clase de cosas permaneceré fiel a ella durante el resto de mi vida», indicó el director de 80 años en el libro, para el que ha aportado, además, una carta de amor.

Polanski ha contribuido a recuperar la figura de Tate en un momento de resurrección popular de su figura después de que Jessica Paré, actriz de «Mad Men», luciese la misma camiseta en pantalla que la que llevaba puesta Tate en una sesión fotográfica para la revista «Esquire» en 1967. Su espíritu ha vuelto a latir con fuerza.

Una vida en fotografías

El libro «Sharon Tate: Recollection», editado por Running Press y capitaneado por su hermana Debra Tate, celebra la vida y la carrera de la actriz que fue parte de

la revolución de los años 60 a través de retratos inéditos de su álbum familiar y de fotografías firmadas por David Bailey, Terry O'Neill o Peter Brüchman, entre otros. Además, incluye imágenes nunca vistas de su papel en la película «El valle de las muñecas», reproducidos digitalmente a partir de los negativos originales.