Entrevista
Ricardo Gómez: “El éxito es poder levantarme un lunes a las 11 de la mañana”
Hablamos con el actor Ricardo Gómez sobre su nueva película, ‘El sustituto’, de las claves del éxito, de la fama, y de la profesión de actor en la que él ha crecido
Ricardo Gómez conoció la fama casi antes que a sus compañeros de colegio, pero, pese a todo, ha logrado ser un tipo normal, con los pies en el suelo y al día de lo que sucede en el mundo. Lo suyo es el oficio. Tanto que, hablando con él, da muestras de una sensatez y una sencillez que hacen que olvidemos que ha crecido ante los ojos de un país entero mientras rodaba una de las series más longevas de la televisión. Quizá por eso, y aunque la sombra de ‘Cuéntame’ sea alargada, a sus 27 años este actor ha logrado deshacerse de clichés y casillas. Este viernes, 29 de octubre, Ricardo estrena El sustituto, una película que aborda un capítulo de nuestra historia hasta ahora poco tratado en el cine: el asentamiento de nazis en la Costa Blanca española tras el fin de la segunda Guerra Mundial. Lo hace a las órdenes de Óscar Aibar y con Vicky Luengo y Pere Ponce como compañeros de reparto. En este thriller ambientado en los años 80 Gómez interpreta a Andrés Expósito, un policía taciturno, con sus luces, sus sombras y sus tonos grises que acompañará al espectador a lo largo de la trama.
Este viernes llega a los cines ‘El sustituto’, un proyecto en el que te has volcado igual que siempre, pero más que nunca. ¿Qué lo ha hecho tan especial?
Mira, a mí me encanta conocer gente nueva, pero lo que más me gusta es trabajar con gente que ya conocía. En el caso de El Sustituto, con Oscar ya había rodado, porque estuvo trabajando unos cuantos años en ‘Cuéntame’. Y el nacimiento de la película fue que él se me acercó un día y me dijo que le gustaría mucho hacer una peli conmigo, que tenía un guion ya escrito y que me lo iba a mandar. Desde ese momento la implicación fue muy personal. En primer lugar, porque me apetecía mucho trabajar con Oscar fuera del marco de la serie, y en segundo, porque cuando leí el guion me pareció interesantísimo.
En ‘El sustituto’ interpretas a Andrés Expósito, un policía un tanto oscuro. ¿Cómo lo abordaste? La verdad es que el personaje fue una de las cosas que más me motivó cuando Oscar me pasó el guion. Mi manera de funcionar es que primero me entra el miedo y luego ya pongo las herramientas para vencerlo y lo primero que le dije fue: “¿Estás seguro de que quieres que yo haga esto?” Luego le pedí que me dejar investigar, porque esto me cogía un poco lejos, y quería bucear un poco en quién es este Andrés Expósito. Fue muy entretenido alejarme de mí espectro. A veces te tocan personajes que te quedan cerca y en este caso no era así. Y creo que eso es todo lo que un actor puede pedir, que se tenga que sumergir en un universo que no es el suyo.
No sé si le cae demasiado bien el hombre al que interpreta, aunque imagino que la simpatía no es una de las razones para elegir un personaje. Yo no entro mucho a valorarlos como si fuesen amigos míos. No sé si Andrés me caería bien o no, porque, además, cuando te toca enfocar un personaje que puedes pensar que no te caería bien, creo que corres el peligro de hacerlo desde la distancia y no involucrarte al 100%. Se trata de intentar entender porqué esta persona es tan opaca, es tan hierática, es tan silenciosa, porque le gusta mucho más observar que hablar… porque además es todo lo contrario a mí. Yo soy muy extrovertido, siempre peco de hablar de más (se ríe).
En esta película de nuevo te toca un viaje al pasado. A este paso te podrían convalidar algunas asignaturas de la carrera de Historia. Bueno, hay películas en la actualidad que me encantan y que son interesantísimas, pero es natural mirar hacia atrás para contar historias. Creo que cuando uno quiere contar algo, lo mejor que le puede pasar es que tenga mucha información sobre ello y del presente hay casos en los que sí que hay, pero hay otras cosas que uno está más capacitado para contarlas mirando hacia atrás.
Quizá es que hay temas que necesitan cierto reposo…
Yo ahora mismo no me metería a ver una película sobre la Covid, por ponerte un ejemplo. Y si dentro de 15 años alguien hace una película sobre eso, ya me pensaré si la quiero ir a ver o no, pero ahora mismo seguro que no.
‘El sustituto’ se estrena estos días, pero en algunas quinielas ya apuntan a los Goya. ¿Hay preocupación por estrenar en unas fechas u otras en función de los premios?
Yo creo que las películas al final hablan por sí mismas. Evidentemente luego hay una parte de la industria que poco tiene que ver con lo artístico y sí con el marketing, pero yo creo que si una película es buenísima y se estrena el 3 de febrero seguirá optando a todo.
A pesar de que solo tienes 27 años, ya has hecho una serie de éxito, has estado nominado al Goya... ¿Cómo se logra conjugar ser famoso desde pequeño y llegar hasta aquí siendo un tipo cercano y normal? La verdad es que no sé si soy un tipo muy normal o no. Creo que siempre he tenido mucha suerte con la gente con la que me rodea, mi familia, mis amigos… pero también con la que me ha tocado rodearme, que eso no siempre se elige. Esa es la gente con la que he tenido la oportunidad de trabajar, que me ha transmitido lo que es este oficio, el amor por hacer las cosas bien… y creo que al final una de las claves es esa, entender la parte más del oficio. Muchas veces esta profesión tiene una industria muy grande alrededor y te tiende la mano todo el rato para que pienses que va de una cosa, y hay que pensar que al final es un oficio más y hay que trabajar. Que, aunque tenga un poco más de brilli brilli, no deja de ser un trabajo como otro cualquiera. Cuando tienes ese punto de vista creo que no hay nada que te diferencie del resto. ¿En mi caso? Bueno, que hay gente que me conoce, pero es algo con lo que aprendí a lidiar desde muy temprana edad y que nunca me ha molestado.
¿Cómo es tu relación con la fama?
Creo que es buena, nunca me ha molestado ni me ha entorpecido para hacer mi vida. A veces sí que te ves en situaciones un poco más surrealistas de lo que me habría gustado, porque a mí me gusta pasar desapercibido y en ocasiones me he descubierto siendo el centro de atención, inesperada e involuntariamente, pero nada grave.
Cuando uno crece rodeado de nombres conocidos de la industria, ¿Se tienen ídolos? ¿De quién es fan Ricardo Gómez? Ídolo es una palabra que no manejo mucho, pero no sé… mira, admiro la manera de enfocar la profesión de Echanove, que es un padrino que tengo de siempre. Cuando he tenido la oportunidad de trabajar con Luis Tosar, que es para mí uno de los grandes actores de este país, me ha gustado mucho ver la tranquilidad con la que se toma un set de rodaje y lo llano que lo hace todo sin darle mayor pábulo a las cosas. Y luego tengo amigos como Álex Moner, que son de mi generación y que me gustan como enfocan la profesión sin darle importancia a cosas a las que, por defecto, se tiende a darla. Y veo trabajar a Bardem, que no lo conozco personalmente, pero me emociona ver lo detallista que es. Ellos son algunas de las personas que me inspiran.
Algunos de ellos llevan una carrera larga y dilatada. Y tú, casi sin darnos cuenta, llevas dos décadas en esto. ¿Has pensado como te gustaría verte dentro de 20 años?
Me gustaría verme haciendo lo que me apetezca hacer. Es una utopía, pero ojalá que pueda hacer algo que me apetezca. Me gustaría poder decidir qué hago con mi vida.
¿Qué es para ti el éxito?
Es poder despertarme un lunes a las 11 de la mañana.
Pues en estos últimos meses, con tanto proyecto, no parece que haya habido mucho hueco para eso...
Ha sido un año muy intenso, sí, pero me he tomado el verano con mucha calma para descansar. Pero con la vuelta al cole arranqué con la función de ‘El hombre almohada’, que es un montaje que estrenamos junto a Belén Cuesta en mayo en los Teatros del Canal de Madrid. Ahora empezó la gira en octubre y durará unos cuantos meses.
Saliste de la tele, estrenas en el cine, y además, estás con una gira de teatro. No sé si preguntarte con qué te quedas es como decidir si quiere más a papá o a mamá…
(Se ríe) Es muy complicado porque cada uno tiene sus ramas y sus partes positivas. Lo que uno siente en un escenario cuando está en plena función, eso es muy complicado de igualar. Porque estás ahí, está pasando en ese momento, tienes al público enfrente... eso es único. Pero luego, en un set de cine tienes la energía de tanta gente, puesta en que una sola cosa salga bien, y el mimo y el cuidado y el detalle… es un lenguaje con el que me siento muy afín y en el que disfruto muchísimo.
Después de haber crecido en un plató, ¿se sigue sintiendo ese cosquilleo ante de empezar algo?
Por supuesto, y ¡menos mal que se siente! Está la sensación de conocer a gente nueva, de conocer a un personaje al que nunca te has enfrentado… La experiencia está ahí, por supuesto y lo que antes te imponía atacado, ahora eres capaz incluso de disfrutarlo. Pero sí, ese nervio siempre está ahí.
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