Amor
La luna de miel de Xavier Novell, el exobispo de Solsona: proteger a sus mellizos
Tras la boda civil del lunes, el obispo emérito tiene como prioridad la salud de sus futuros hijos
Desde el pasado lunes Xavier Novell y Silvia Caballol son marido y mujer. Por lo civil en los juzgados de Paz de la localidad barcelonesa de Súria, que no por la Iglesia, para lo que necesitarían una autorización personal de Francisco dada la excepcionalidad de la relación entre el obispo emérito de Solsona y la psicóloga barcelonesa 14 años más joven que él.
Según ha podido confirmar LA RAZÓN del entorno de la nueva familia Novell-Caballol, el embarazo de mellizos precipitó tanto la renuncia de prelado que se hizo oficial el pasado 23 de agosto como la boda de esta semana. De hecho, la prioridad ahora mismo para la pareja no es otra que la salud de dos bebés, conscientes de que el riesgo en este tipo de embarazos es mayor en los primeros meses de gestación.
Así se lo habrían manifestado a sus núcleo más cercano, más que reducido en la medida que quieren pasar a un segundo plano y que los focos mediáticos se alejen de ellos tras la tormenta que se ha generado en torno a ellos y que de alguna manera admiten como parte del peaje a pagar por el paso al frente que han dado ambos. De hecho, el propio enlace civil fue de perfil bajo, si bien a no pocos sorprendió la presencia de unas cámaras de la televisión catalana TV3 en la hora marcada para el feliz acontecimiento sin que mediaran las habituales guardias prolongadas propias de los reporteros de la crónica social.
«Su boda por lo civil no puede interpretarse como un desafío a la Iglesia», apuntan además quienes hablan estos días con Novell, rompiendo así con la tesis que se mantuvo en un primer momento, por la cual buscaría forzar con un órdago al Vaticano para que acelerara su secularización. Más bien, se apunta a un deseo de poner las bases de una estructura familiar estable para los que vienen en camino y que, salvo adelanto, nacerán poco antes de la primavera.
Todo ello, amén de que la pareja sigue de luna de miel afectiva, tal y como mostraron con su complicidad manifestada tanto a la entrada como a la salida de los juzgados. El enlace vendría a ser una muestra de amor por parte del todavía pastor a Caballol, más allá del hecho de haber aparcado todo por ella y por un futuro juntos. De hecho, desde el 1 de noviembre él trabaja en una empresa de inseminación porcina, dentro de este proyecto común ahora reconocido oficialmente. «Tras una trayectoria personal de altibajos afectivos, Novell habría descubierto en ella la estabilidad que siempre ha buscado», añaden desde Súria.
En cualquier caso, no se espera una reacción airada del Vaticano en la aplicación del Código de Derecho Canónico. Aunque de facto al casarse, se le aplicaría la suspensión ‘a divinis’ lo que le impide ejercer su ministerio como obispo y sacerdote, no hay intención en él de forzar la situación ni prisas para arreglar formalmente su situación, consciente de que Roma prefiere tomarse su tiempos y no reaccionar a golpe de titular.
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