Entrevista

Roberto Leal: “Algún plato he roto, pero conservo bien la vajilla”

Es como el Rey Midas del entretenimiento. Tiene tantas virtudes que parece que no puede ser verdad

Roberto Leal
Roberto LealCarlos Lopez AlvarezANTENA 3

Es el amigo bueno y divertido que todo el mundo querría tener, el yerno que cualquier madre desearía, el empleado diligente que un empresario ficharía sin dudar, el presentador perfecto como decía Noemi Galara cuando se puso al frente de «OT», y ahora sabemos que hasta el novio con el mayor parecido a Pablo Alborán que una chica pudiera soñar. Con ustedes, Roberto Leal.

Cuando era pequeño, me hacían pruebas de rapidez lectora. ¿A usted también? Confíeseme que ahí sacaba usted matrícula…

Lo de hablar rápido me venía de serie. Soy andaluz y, para cualquiera de mis paisanos, hablar con brío forma parte de nuestro ADN. Mis audios de Whatsapp normales ya son a velocidad x2.

Quinientos programas de «Pasapalabra» con usted al frente. ¿Su prueba favorita?

Sin ninguna duda, la pista musical. En ella canto y bailo todo lo que me dejan. Es lo más parecido a salir de fiesta que he vivido durante los últimos dos años.

De las preguntas del rosco, ¿cuántas se sabe por promedio?

Pues no lo he pensado nunca, pero está claro que no me llevaría el bote ni con el guion por delante.

¿Alguna vez no se le ha escapado sin querer un chivatazo?

Jamás. El rosco es algo muy serio.

Imagino que, como de toda España, la parodia de «Homo Zapping» de «Pasapalabra» forma parte de su memoria emocional. ¿Cuál es su favorita?

Recuerdo con mucho cariño cuando Yolanda Ramos hacía de María Teresa Campos.

¿Qué le ofrecía el entretenimiento que no le daba la información (recordando sus tiempos de reportero en directo)?

Aunque ahora me dedique al entretenimiento nunca he dejado de ser periodista. Ser reportero fue un máster en televisión y mucho de lo que hoy vivo cada tarde, se lo debo a aquella etapa.

¿Sigue siendo un aficionado a la cocina y los restaurantes o el tipazo y el reto «Mens Health» manda?

¡El tipazo «MensHealth» quedó lejos ya! Ahora trato de mantenerme comiendo sano, haciendo deporte, pero dándome algún que otro capricho. Como dice mi madre, tengo buen pico.

Dicen que Marilyn Monroe, la pobre, pensaba que era invisible hasta que le salieron las tetas, ¿usted cuándo se dio cuenta de que todos los focos iban ya hacia su persona?

Ya en mi época de reportero sentía en la calle el cariño de la gente, pero no fue hasta cuando me puse al frente de «Operación Triunfo» y, sobre todo, en esta última etapa en «Pasapalabra», cuando lo he notado de verdad.

Siempre quiso ser periodista a lo «Al filo de la noticia», «España Directo» y ser corresponsal de guerra o se veía presentando Eurovisión ? No me diga usted a mí, que en su época «OT» eso no podría haber ocurrido…

Si te soy sincero, soy licenciado en Periodismo pero siempre soñé con trabajar en el mundo del entretenimiento. Era algo que tenía claro desde que entré en la universidad. ¡Ojalá Chanel nos de una alegría!

Decía Tom Wolfe que el periodismo era como una estación de servicio para llegar al gran final, la novela. ¿Usted cuándo va escribir un libro? ¿Y plantar un árbol?

Tengo 3 libros publicados, dos de recetas y uno de monólogos, con lo que esa faceta ya la tengo cubierta de momento y sí, también he plantado árboles, concretamente el día que me casé planté un Ginkgo Biloba precioso.

Por cierto, ¿darán un hermanito a Lola?

¡Ya lo tiene, hombre! Se llama Leo y acaba de cumplir 14 meses. Aunque ya tenía antes otra hermana mayor, Pepa, nuestra querida chihuahua.

Usted es un todoterreno del mundo televisivo. ¿Ese reto que estaría encantado de afrontar?

Cualquier show de puro entretenimiento donde disfrute tanto como lo estoy haciendo ahora.

¿Cómo consigue tener esa buena cara y ese buen humor?

Agradecido por lo que estoy viviendo y con un gran equipo de maquillaje y peluquería detrás.

¿No es un trabajo ímprobo ser un amor tooooodo el rato?

No lo soy siempre, hombre. Tengo mis días como cualquiera, pero, afortunadamente, la batería de las cámaras no aguantan 24 horas.

¿Se puede ser sexy y tener cara de no haber roto nunca un plato?

Algún plato he roto, aunque conservo bastante bien la vajilla.