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Borja Thyssen: la necesidad de otro verano invisible en alta mar

El primogénito de la baronesa Thyssen ha desaparecido por completo de la lupa social. Este año no habrá vacaciones con su madre y sus hermanas

Borja Thyssen y Blanca Cuesta
Borja Thyssen y Blanca CuestaGIMGTRES

Hace tiempo que Borja Thyssen decidió que lo mejor era la invisibilidad y mantener un perfil lo menos público posible. Y es lo que ha hecho el matrimonio. Este verano se encuentran navegando con sus hijos por la costa de Cerdeña y Amalfitana. Hace seis años compro su propio barco muy diferente al Mata Mua, el megayate de su madre. El suyo es un catamarán con todas las comodidades. Desde antes de la pandemia la agenda vacacional de los Thyssen Cuesta comenzaba con un viaje por aguas internacionales que además de mantener la privacidad le servían para sumar los días que debe estar fuera de España. Han formado una familia muy estable con Sacha, Enzo, Eric, Kala y la pequeña India. Las relaciones con la madre y suegra son ahora tranquilas y sosegadas, aunque no pasan el verano juntos. No lo fueron siempre, pero como aseguraba Borja, «el tiempo coloca las cosas en su sitio».

Han desaparecido de las fiestas sociales y de las entrevistas exclusivas pagadas. Esos reportajes de los que él y su mujer Blanca Cuesta eran fijos y fueron la causa de una investigación con la consiguiente denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por un delito contra la Hacienda pública. En la denuncia se solicitaba dos años de cárcel y un millón y medio entre la multa y la cantidad defraudada al considerar que a pesar de tener la residencia en Andorra vivía en España. Todo esto sucedía en el 2019 y dos años después la sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid le dio la razón y le absolvió. No se pudo demostrar que no pasaba los 184 días reglamentarios fuera de España. Todo este procedimiento legal que tenía como base las exclusivas sirvió para que Borja no volviera a mostrar su intimidad a cambio de dinero. Ni con transacción económica ni de ningún tipo.

Sus únicas apariciones han sido visitas al museo Thyssen con motivo de las inauguraciones de exposiciones importantes. Y hace unos meses, en julio, acudió a la firma del alquiler al gobierno de España de la colección Carmen Cervera de la que él tiene el treinta por ciento. La siguiente visita fue para fotografiarse con la baronesa y sus hermanas Sabina y Carmen ante la pintura de Gauguin. Desde ese mes de febrero de este año, poco o nada se ha sabido de él. Oficialmente, el hijo primogénito de la baronesa, que tiene pasaporte suizo, cumple con sus días fuera de España y cuando está en Madrid su vida se centra en su familia, a la que adora.

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Se casó con Blanca Cuesta en el 2007, han tenido cinco hijos a los que tampoco ha mostrado desde que decidió evitar la publicidad que no tenga que ver con el mundo del arte al que se dedica como coleccionista. Y así lo contaba a quien esto firma hace un tiempo:

«Hace ya bastante años que estoy involucrado en el museo y participo activamente, no sólo como patrono sino como presidente de Amigos del Museo. Colaboró con el resto de museos (Málaga, Andorra, San Feliú) y hace unos días he inaugurado una exposición aquí en Andorra.Como coleccionista que soy sigo comprando obra, ampliando la colección y cediéndolas para diferentes muestras». Tiene como su madre pinturas favoritas. «Le tengo especial cariño a ‘Calle de Nueva York con luna’, de Georgia O`Keeffe. Puedo quedarme horas mirando esa obra. Me transmite mucho».

Inversiones millonarias

Los cuadros no son su única inversión. Borja Thyssen ha seguido los consejos y coloca su economía en diversos sectores. Tiene importantes activos financieros que manejan sus asesores y un patrimonio independiente al de su madre sobre todo en el terreno inmobiliario. Hace un tiempo compró un apartamento en los Emiratos y recientemente otro en Suiza. Como otros muchos personajes económicamente potentes como Fernando Verdasco y Ana Boyer que tienen su residencia fiscal en Dubai esta ciudad es un buen lugar donde la familia Thyssen/Cuesta pasa temporadas. Tiene una gran oferta de ocio para los niños y un aeropuerto internacional que conecta prácticamente con todos los sitios del mundo. Además no existe impuesto sobre las personas físicas ni ley que lo regule. Quien reside en Dubai no paga impuestos por sus ganancias personales. En las navidades pasadas su casa de los Emiratos sirvió como lanzadera para pasar parte de las vacaciones en las islas Maldivas. Antes de ese viaje la familia (sin Tita Cervera) más las cuidadoras y la seguridad se instalaron en Gstaad, Suiza.

El patrimonio inmobiliario se acrecentó en el 2022 con la compra de un apartamento en esta localidad helvética. Según el precio del mercado estaría valorado en ocho millones de euros al que habría que añadir la remodelación del inmueble. Esta elitista estación de esquí es uno de los lugares preferidos de los Thyssen. Antes de adquirir la propiedad se instalaban en un apartamento de alquiler y pasaban en Gstaad parte de las vacaciones de invierno. Ahora ya lo hacen como propietarios. Testigos españoles han visto a Borja con alguno de sus hijos en el supermercado haciendo la compra. Y por la mañana, llevando a los niños a la escuela de esquí mientras el matrimonio practicaba el deporte por su cuenta.

El patrimonio inmobiliario se suma también un apartamento en Ibiza, en una de las urbanizaciones diseñada y proyectada por el arquitecto Joaquín Torres. Es un dúplex con zonas comunes de juegos y deportivas , piscinas y con lo más importa para determinados propietarios, seguridad al más alto nivel. Es posible que este agosto los Thyssen Cuesta recalen en Baleares. Lo que no habrá serán vacaciones con Carmen Cervera y las mellizas.