Situación delicada
Anabel Pantoja prioriza una visita a su marido El Negro antes que ocuparse de su padre enfermo
La sobrina de la tonadillera antepone el amor a su familia
El estado de salud de Bernardo Pantoja preocupa a su entorno. Problemas derivados de su diabetes le mantienen postrado en su cama, dicen que pregunta todos los días por su hija Anabel, que no entiende que no vaya a verle, pero la pantojita chica prioriza sus lujosos viajes con su novio Yulen y, ahora, un viaje a Canarias para solventar distintos asuntos con su todavía marido Omar El Negro, por encima de atender a las llamadas de “socorro” de su progenitor.
Nadie entiende que la sobrina de Isabel Pantoja se despreocupe de esta forma de Bernardo, ni tampoco que la tonadillera Isabel siga encerrada en Cantora y no le haga ni una sola visita. Lo mismo ocurre con el hermanisimo de ambos, Agustín, que pasa olímpicamente del resto de su familia… a excepción de su protectora Isabel.
Bernardo, dicen, empeora por días y, posiblemente, tendrá que ser ingresado de nuevo en el hospital sevillano Virgen del Rocío, donde ya estuvo internado dos meses desde febrero pasado.
O Anabel no se entera de nada o hace caso omiso a las peticiones de ayuda que le llegan desde el entorno de su padre. Incomprensible actitud de la influencer.
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