Actuará allí en febrero: Isabel Pantoja ya tiene el visado para entrar en Estados Unidos

Por fin, una buena noticia para Isabel Pantoja. Tras un año plagado de problemas y unas Navidades prácticamente en soledad, la tonadillera acaba de recibir el visado de entrada en Estados Unidos, por lo que podrá cantar en ese país y hacer frente a los compromisos ya firmados que le llevarán por las ciudades de Miami, Nueva York, Los Ángeles y Puerto Rico, en un tour bautizado como “Enamórate”.

Según nos indica Eduardo Huervos, responsable de la gira americana de Isabel, “podemos anunciar oficialmente que nuestra artista ya cuenta con la visa de entrada en Estados Unidos en su pasaporte.”

Añade que “después de un arduo proceso burocrático Isabel Pantoja podrá cumplir con sus compromisos artísticos en los Estados Unidos sin ningún obstáculo que se lo impida”.

La gira tuvo que retrasarse por la falta de la visa y tendrá lugar en el mes de febrero: “debido a que la demora del trámite del visado nos consumió el tiempo que necesitábamos para completar los visados de sus músicos y su staff, nos vimos obligados a posponer ‘Enamórate’, previamente prevista para los meses de noviembre y diciembre de este año, hasta el próximo mes de febrero.”

Y explica que “es necesario enfatizar que la petición de vida solicitada para Isabel Pantoja originalmente fue concedida por el Departamento de Inmigración de Estados Unidos, después de haberse resuelto satisfactoriamente el trámite burocrático que impedía que diera estampada en su pasaporte.”

- Isabel estará contentísima.

- Ya se lo puede imaginar, súper contenta y ansiosa por cantar para sus fans norteamericanos. Podrá reencontrarse con sus seguidores en el mes del amor y la amistad.

El tour contará, de momento, con las siguientes actuaciones: los días 10 y 11 de febrero en Miami, el 17 en Nieva York, el 19 en Los Ángeles y el 26 en Puerto Rico.

A pesar de la inmensa satisfacción que le ha causado esta grata noticia, que supone su vuelta a los escenarios tras un largo periodo de ausencia de los mismos, para Isabel no están siendo unas Navidades marcadas por la alegría.

En poco más de un año perdió a su madre, doña Ana, y a su hermano Bernardo, sus problemas económicos siguen y la relación con su hijo Kiko es inexistente. Todo ello la sumió en una especie de depresión que la enclaustró en su finca “Cantora”, aislada de casi todo el mundo.