El diario de Amilibia: “Ay, Mario, qué malos son los celos...

Vivimos un fin de año muy agitado, y eso que aún no ha llegado la nueva Filomena. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se separan por culpa, dicen las lenguas oficiales de “Hola”, de los celos del premio Nobel que le llevaron a abandonar la residencia oficial de la pareja (Villa Meona) en varias ocasiones, algo que le sentó muy mal a ella. Ahora empezarán las especulaciones: que si él quería casarse y ella no, que si la agitada vida social de ella le impedía escribir a él, que si ella tenía pánico a que por un exceso de viagra él se le quedara tieso una noche en la cama…Yo diría que se ha ido de “La casa verde” por “Las travesuras de la niña mala” para acabar de una vez con “La fiesta del Chivo”. O sea, que el escribidor se irá otra vez con “La tía Julia”. Algo así.

Anne Igartiburu no dará las campanadas en TVE porque la cadena pública anda mosqueada por el coqueteo de la presentadora vasca con Antena 3. Ay, los celos. El último libro de Anne, “La vida comienza cada día”, es una guía vital de 366 capítulos. Habla de la importancia de la respiración y nos descubre lo que nos hace fluir y cómo esperar con calma a que la verdad se revele. Ahí me tiene viviendo sin vivir en mí: ¿a qué verdad se referirá Anne? ¿Al verdadero plan antiarrugas del presi? ¿A la coronación de Yolanda Díaz como “Miss Sumar” 2023? ¿Quizá a la insólita presencia de Vargas Llosa en “First Dates”?

Dice Anne que va a salir de su zona de confort y sorprender. Ah, salir de la zona de confort. Yo quiero saber cómo se entra. Sin celos.