Imágenes
El ascenso imparable de Georgina Rodríguez: de Jaca a la Casa Blanca con Cristiano Ronaldo
La prometida del futbolista disfrutó de una cena de gala junto a Donald y Melania Trump o Elon Musk
Quién iba a decirles a los vecinos de Jaca, una localidad oscense de poco más de 14.000 habitantes, que aquella niña que correteaba por sus calles acabaría convertida en una figura global. A estas alturas el nombre de Georgina Rodríguez no necesita presentación. Aunque su irrupción mediática llegó acompañada del inevitable título de “pareja de Cristiano Ronaldo”, hoy su identidad pública se sostiene con una autonomía rotunda, alimentada por su marca personal y un olfato extraordinario para habitar la cultura pop contemporánea.
Su ascenso parece no tener techo y su última parada ha sido nada menos que la Casa Blanca. La empresaria e influencer, con más de 70 millones de seguidores que la convierten en la española con mayor comunidad en Instagram, acompañó a Cristiano Ronaldo a la cena de gala que Donald y Melania Trump ofrecieron en honor al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salmán, en el marco de su visita de Estado a Estados Unidos.
El futbolista, delantero del Al-Nassr FC y emblema de la selección portuguesa, formó parte de la delegación que sigue los pasos de Su Alteza Real. Y aunque los protagonistas diplomáticos de la velada estaban definidos de antemano, Georgina consiguió atraer más de una mirada. Eso sí, con una contención que ha sorprendido incluso a sus seguidores más fieles. La discreción se impuso: apenas circulan un vídeo fugaz y un selfie ligeramente borroso que den fe de su presencia en el emblemático edificio.
Con todo, el escrutinio habitual ha permitido desentrañar su estilismo con el mismo detalle con el que ya se examinan sus apariciones en alfombras rojas. Para esta cita optó por un elegante vestido azul con la espalda al aire, una elección que brilló aún más gracias al recogido bajo y perfectamente pulido, marcado por una raya central impecable. Los pendientes de diamantes aportaron la cuota justa de luminosidad, y el maquillaje, trabajado en tonos rosados y rematado por unos labios perfilados en nude, volvió a demostrar por qué este es uno de sus looks de confianza para ocasiones especiales.
La noche concluyó con un autorretrato tomado por Ronaldo en el que ambos posan junto a algunos de los nombres más influyentes de Estados Unidos, incluido Elon Musk.
Un instante que resume, quizá mejor que cualquier crónica, el improbable viaje de aquella joven que estudió ballet y pasó “de vender bolsos de lujo a coleccionarlos”. Hoy, ya no se codea con los vecinos de Jaca -muy respetables, que conste-, sino que se mueve en un escenario reservado a las figuras más poderosas del planeta.