
Entrevista
Café Quijano: «Los premios sin público no valen»
En plena promoción de su nuevo álbum «Miami 1990» y después de 35 años de carrera, siguen llenando salas

Manuel, Óscar y Raúl han escogido un lunes de otoño en Madrid para la promoción de su décimo disco, «Miami 1990», la vuelta de uno de los grupos más carismáticos. Son las seis menos cuarto de la tarde, la hora que habíamos agendado para charlar. Sin embargo, los tres hermanos leoneses de Café Quijano siguen subidos al taxi que les ha recogido de su anterior entrevista. «¿Qué te parece si nos la haces desde aquí, que hay mucho atasco?», improvisa Manuel Quijano (León, 1967). Tras mi «sí» -y entre algún «gire por esa calle»- hablaremos de los maravillosos años en los que los intérpretes de «La Lola» conocieron a estrellas como Céline Dion, de la influencia de su padre en su carrera o de sus otras pasiones fuera de la música, donde siguen llenando salas y conquistando almas 35 años después. O sea, que todo sigue sobre ruedas.
Manuel, ¿»Miami 1990» es más homenaje o más nostalgia?
Este disco está hecho como homenaje a «La Taberna de El Buda» (2001). Y ahora se cumplen 35 años del mes del octubre de 1990, que fue cuando aparecimos por primera vez en Miami, donde empezamos a formar parte de una ciudad, que estaba poniéndose de moda por la serie «Corrupción en Miami» y que hasta a día de hoy sigue formando parte de nuestra biografía.
¿Qué aprendieron estos tres hermanos leoneses de la música, y de la vida, en esa ciudad y en aquellos años?
En la música empezamos más tarde. Yo llegué allí a Miami con otros intereses, iba a comprar coches y motos americanas, porque un amigo tenía un concesionario. Luego fueron mis hermanos. Era la ciudad donde confluía todo lo que tenía que ver con Latinoamérica y con los americanos, descubrimos un mundo diferente, donde había de todo. Nosotros siempre elegimos la parte tranquila de Miami, vivíamos en Biscayne, con nuestra playa y mucho deporte.
Habrán vivido mil anécdotas en esa época, ¿La casa más grande o la fiesta más impresionante?
Ahora mismo recuerdo cuando Céline Dion nos invitó a su show en Las Vegas en 2004, qué humildad y qué carácter… Sobre las casas, no sabría qué decirte. Éramos tres chavales de León y para nosotros todo era grande e impresionante, pero hasta a la grandeza te acostumbras (risas).

En enero de 2026 retoman gira, con más de una veintena de teatros y auditorios. ¿Llenan más que nunca?
Estamos en un momento muy bueno y acabamos de terminar de cantar por Europa metiendo mucha gente también. También es cierto que ahora el panorama ha cambiado y hay muchísima oferta y muchos son artistas o grupos que duran un telediario, pero lo que duran están por ahí girando. Ahora miras los más escuchados y conoces a tres.
Su padre, Manuel, les contagió las ganas por vivir de esta industria. ¿Se sigue ocupando de que su carrera siga por el buen camino?
Él nunca nos animó pero entiendo que, por lo que conocemos de él, quería que nos fuera bien. Es más, siempre nos quitó las ganas de dedicarnos a esto. Cuando viene a algún concierto es el más crítico. Nos dice «te has equivocado en esto o en lo otro».
Y lo de vestirse igual, ¿sí viene e familia?
Es verdad que de pequeños mi madre nos vestía igual. Lo que siempre hemos amado es esa imagen de grupo inglés y nos gusta ir con buena presencia escénica.
Esa madre, ¿qué pregunta repite más cuando les llama?
Lo primero que nos pregunta es «dónde estáis hoy». Afortunadamente, estamos viajando mucho. Llevamos unos años muy interesantes en la música y cada vez está yendo mejor. Es nuestro segundo mejor momento profesional.
Fueron el primer grupo español nominado a un Grammy. ¿Algún galardón que les haga ilusión?
Si te dan un Grammy, genial, pero hemos llegado aquí sin muchos galardones. Los premios sin un público que vaya a verte, no valen. Siguen para el cv y poco más.
¿Por qué influencias se sigue vertebrando su música?
Nos influyó lo que escuchábamos de pequeños: desde boleros, música latinoamericana a Police o Supertramp. La música que oíamos en el bar que tenía mi padre, que era muy moderno. Ahora sigue teniendo el bar y toca la guitarra. En su momento, era de los primeros pubs en León.
¿Otras pasiones no musicales y sí confesables?
Siempre me han gustado los coches, las motos y la fotografía. También nos llama mucho la atención el deporte, especialmente el tenis. Sobre todo si juega Alcaraz. Hace poco estábamos en México y Alcaraz jugando en Roland Garros. Teníamos que coger un vuelo por la mañana y hasta que cogimos el vuelo vimos el primer set y cuando aterrizamos seguimos viendo el partido. Que se hayan simultaneado dos campeones como Rafa Nadal y Carlitos es increíble.
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