Nuevo álbum
Carlos Baute: el éxito de las segundas oportunidades
El cantante acaba de lanzar «Espiral», un disco que compuso rodeado de su familia, a quienes define como sus «personas vitamina»
Cuatro años después del lanzamiento de «De amor y dolor», su último disco, Carlos Baute regresa a la escena musical con la publicación de «Espiral», el séptimo álbum de su carrera. Se trata de un compendio de siete canciones que, tal y como él mismo indica a LA RAZÓN, «compuse durante la pandemia porque me di cuenta de que la vida es una espiral, una montaña rusa con subidas y bajadas. En ese momento sufrí muchas pérdidas, de amigos y familia, pero yo siempre soy positivo ante las adversidades». De hecho, este es el mensaje que transmite la canción principal del homónimo CD: «Quiero que la gente olvide sus problemas cuando escuche mis canciones. Dan igual las tormentas, porque en algún momento llegará la calma».
Tras casi un lustro de relativa tranquilidad en su actividad profesional, Baute vuelve con fuerza pero con pena cuando tiene que despedirse de sus hijos para atender sus compromisos al otro lado del charco: «Cuando salgo de casa y me dicen: ‘¿Otra vez, papá?’... Me agarran las maletas y todo, me pongo a llorar. Cuando me dicen que no me vaya, es muy duro. Es lo más difícil de mi vida profesional».
Personas vitamina
Tan difícil le resultaba decir adiós a sus seres queridos que esa fue la principal razón por la que decidió acogerse a una especie de «break» para pasar más tiempo con ellos: «Yo quise hacer un parón a nivel internacional para estar con mi familia. Este verano le quitamos el último pañal a la pequeña de la casa, Álisse (2), y a partir de ese momento podré retomar mi gira por Latinoamérica. Fue la promesa que le hice a mi mujer: hasta que la niña llevara pañales, reduciría los viajes al mínimo».
Precisamente, es a su mujer, Astrid Klisans, con la que lleva casado más de diez años y con la que tiene tres hijos, a quien le dedica otra de las canciones de su disco, «Persona vitamina». «Ella y mis hijos son lo más grande de mi vida, y gracias a ellos he compuesto estas canciones. Yo soy de componer cuando estoy alegre, y aunque durante la pandemia estaba triste porque había perdido a mucha gente, también estaba feliz porque podía estar todo el tiempo con los míos. Ellos son mis personas vitamina».
Entre esas personas se encuentra también José Daniel (33), su primogénito, fruto de una relación que tuvo con Nayera Arellán cuando los dos eran adolescentes. Aunque durante los primeros años se negó a reconocerlo como su hijo, finalmente lo acogió en sus brazos y pidió perdón públicamente por todo el tiempo perdido. Ahora, Baute solo tiene buenas palabras para definir al mayor de sus descendientes: «Se está formando su futuro de una forma espectacular, estoy muy orgulloso de él. Tiene un trabajo magnífico y sigue estudiando. Está en un momento profesional muy bueno, pero él sabe que, en caso de que no vaya bien, siempre podrá contar conmigo porque soy su padre». Sin duda, el suyo es el ejemplo perfecto de que las segundas oportunidades pueden tener un final feliz si se aboga por perdonar de verdad: «No creo en los rencores, pedir y dar perdón es maravilloso. Hay que vivir el presente y no estancarse en el pasado. De los fracasos, personales y profesionales, se aprende mucho».
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