Opinión
El diario de Amilibia: Alarde contorsionista de la Yoli
"Cabe esperar sorpresas: ambas pueden cohabitar tan ricamente y sin problemas de cama con España, Bildu y ERC"
Ya intuimos a qué dedica Yolanda Díaz sus noches: hace el amor con España, y la ama tanto, tanto, que España le corresponde comunicándole en vivo y en directo sus más íntimos deseos. Lo ha dejado ver con una frase en modo mensaje patriótico: «España quería que nos diésemos la mano», dijo refiriéndose a la relación con Podemos y su integración en Sumar. Como si el matrimonio ya estuviera consumado cuando tiene toda la pinta de «coito interruptus» con posible marcha atrás o recapitulación tipo «vaya, se me olvidó el preservativo». La clave: se dieron la mano y la patada al mismo tiempo. La mano a Belarra y la patada a Montero y Echenique. La Yoli, en un alarde contorsionista de kamasutra político y malabarismo de líder nata, lo hace todo compatible.
La reina de los abrazos más efusivos y calientes (a España o a quien se ponga por delante) se descubre ahora como vigorosa dominatrix capaz de castigar la toxicidad que antes cató y acató («solo sí es sí») prodigándose en latigazos dignos de la época más juvenil y dura del Pablo Iglesias que soñaba con Mariló Montero. No tengo noticia de si Irene Montero también ama a España por las noches; puede que ese trío le parezca excesivo a su compañero o quizá no posean una cama «King Size» o «Super King». Ahí el tamaño sí importa. Aún no sabemos si Irene le ha preguntado a España qué futuro quiere para ella y así decidir con firmeza su destino en lo universal, o sea, si aguanta tralla o lidera «Juntas Sí Se Puede», aunque cada vez quedan menos para juntarse.
Cabe esperar sorpresas: ambas pueden cohabitar tan ricamente y sin problemas de cama con España, Bildu y ERC. Funambulistas queer.
✕
Accede a tu cuenta para comentar