Opinión

El diario de Amilibia: El chollo interminable de la Vicky

"¿Censuraremos ahora su alto sentido de la solidaridad marxista, su pasión místico/religiosa por sus correligionarios, su maternal y gallinácea forma de cobijar a sus polluelos?"

La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell
La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria RosellAlberto OrtegaEuropa Press

Haga lo que haga, se vista como se vista, con escote palabra de honor o tapadita, con falda rajada o ceñida, con blusa de mangas abullonadas o sin mangas, con manolos o sin manolos, siempre la critican. Pero ella no pierde su gran sonrisa ni rebaja la calidad, cantidad y calidez de sus abrazos. Ahora se meten con ella por su número dos en Sumar, el embajador Agustín Santos, que escribe bajo seudónimo cosas muy progres (defensa del procés, por ejemplo) en una revista a la izquierda de la izquierda. Leo que procede del PCE. Entonces, ¿qué tiene de extraño que la Yoli coloque a un camarada? ¿Censuraremos ahora su alto sentido de la solidaridad marxista, su pasión místico/religiosa por sus correligionarios, su maternal y gallinácea forma de cobijar a sus polluelos?

La exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell
La exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria RosellJesús HellínEuropa Press

Ahora se meten también con Victoria Rosell, Vicky o Mariví para los íntimos, delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, por exhibir el enorme y gozoso futuro que la espera. Escribe: «Sonrío ante los mensajes de “se te acabó el chollo, te vas al paro”, etc. Yo gano más como magistrada que en el Gobierno: 18 moscosos, 4 canosos, 30 días de vacaciones más 15 en Navidad, total 67, con un aumento de sueldo a la carrera judicial esperándome. ¿No pueden entenderlo?».

No solo la entiendo, sino que la envidio, le grito al televisor. ¿Es que nadie va a agradecerle que nos haya puesto al día de manera tan chulísima su chollo interminable, dentro o fuera del Gobierno? Hablando del ministerio de Igualdad, declara Amelia Valcárcel: «Un río interminable de estupidez». Sí, pero un río que baña a Vicky con 102.911, 57 euros al año. Y aún espera una vida mejor, jo.

Por cierto, ¿qué son los canosos?