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Opinión

El diario de Amilibia: Vuelve nuestro gran timonel

"El dios Trump y sus aranceles le han venido a ver, y esta vez la crisis le ha pillado preparado"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el Congreso de los Diputados Alberto R. RoldánLa Razón

Ya echaba uno de menos las grandes y solemnes frases de otros momentos críticos pidiendo unidad ante la adversidad y la necesidad de remar todos juntos para afrontar tormentas y tsunamis. El Apolo de la Moncloa ha patentado una fórmula política para resistir encastillado en el poder que se podría resumir en una frase: «Nunca desaproveches una gran crisis para resucitar». No importa qué tipo de crisis: todas valen para el convento de su religión resiliente. El dios Trump y sus aranceles le han venido a ver, y esta vez la crisis le ha pillado preparado. La cosa estaba cantada por el bocachanclas de la Casa Blanca. Sí, ha vuelto nuestro Gran Timonel en el papel dramático que mejor sabe interpretar, el del líder que se crece ante las adversas circunstancias y grita como Escarlata O’Hara en «Lo que el viento se llevó» que mientras Él esté gobernando la barca y todos rememos juntos, nos conoceremos la ruina ni el hambre. Y le creen.

Pedro Sánchez y Donald Trump, en su primer encuentroHorst WagnerAgencia EFE

Ya ha ofrecido un paquete de ayudas que llegarán a los afectados como les han llegado aquellas otras ayudas anunciadas a los vecinos de La Palma (aquel volcán) y a los valencianos afectados por la dana, entre otros. Es tiempo de promesas, y Él promete primorosamente. Yo lo veo muy capaz de apoyar incluso a los pingüinos de esas lejanas islas desiertas (Heard y McDonald) a las que Trump también exige aranceles. Además cuenta con una campaña patriótica para instar al consumo de lo nuestro: «Nuestros valores no están en venta. Nuestros productos, sí». Me imagino las risas que deben de estar echando el Puchi y Otegi a cuenta de los valores invendibles. Mi vecina Carlota amenaza con cambiar su coca-cola light por la sidra asturiana sin alcohol. Yo he rechazado definitivamente la idea de comprarme un Cadillac.