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La gran boda de la Casa de Medinaceli en Jerez con invitados reales
La duquesa reunió a la nobleza y a los reyes de Holanda en su enlace que no pudo celebrarse en Casa de Pilatos
A Victoria Medinaceli le habría gustado casarse en Sevilla y celebrar su boda en la Casa de Pilatos donde vivió su padre Marcos Hohenlohe sus últimos años. El contencioso que enfrenta a los nietos de Victoria Fernández de Córdoba, conocida familiarmente como Mimi Medinaceli lo ha hecho imposible. Su tío abuelo, el duque de Segorbe, que preside la fundación que lleva aparejado el título que ostenta la recién casada, no ha facilitado el entendimiento. Tampoco ha podido lucir la tiara que forma parte de la colección de joyas de la Casa Ducal y que sí en cambio pudieron lucir Laura Vecino, casada con Rafael Medina (actual duque de Feria), María del Prado, esposa de Pablo Hohenlohe, o la propia hija del duque de Segorbe.
Victoria ha preferido obviar esa enemistad con el duque de Segorbe el día de su boda. Aseguran que la joven está por encima de tiaras, diademas y parafernalia ducal. Eligió un diseño de inspiración medieval de su íntima amiga Sol Prado (T.ba), con un cola de varios metros. Los problemas judiciales están en manos de los abogados respectivos. La justicia dio la razón a los herederos de Victoria Fernández de Córdoba, que ganaron en primera instancia su derecho a recibir la legítima de Mimi Medinaceli. Ahí radica la demanda que en su día interpusieron Victoria Hohenlohe, y sus primos, Rafael Medina (duque de Feria), su hermano Luis, así como Victoria Medina (duques de Santiesteban) y Casilda Medina (marquesa de Solera).
Todos ellos estuvieron presentes en esta gran boda que tuvo entre sus invitados a los reyes de los Países Bajos y su heredera Amalia, amiga desde hace años de la novia. Hay que recordar que los reyes Guillermo y Maxima se conocieron en la Feria de Abril sevillana y han mantenido una relación personal con la familia de Victoria. En la primavera pasada volvieron a coincidir en la feria sevillana. Los novios anunciaron en esa fechas y en Sevilla su deseo de convertirse en marido y mujer.
Recuerdo al padre
En la iglesia de San Miguel de Jerez también se casaron El Juli y Rosario Domecq y las hijas de Bertín Osborne, entre otros personajes del mundo social y empresarial. Oficiada por el sacerdote Ignacio Sanchez Dalp, hubo un recuerdo muy emotivo para el padre de la novia, Marcos Hohelohe.
Su tía Flavia, hermana de su padre y actual presidenta de la fundación Rescate, ha sido de gran ayuda para su sobrina a la hora de organizar tanto la boda como el convite y la fiesta previa. El lugar elegido ha sido la finca Salto al Cielo en Jerez. Una vez que estuvo claro que el duque de Segorbe no iba a dar ninguna facilidad para que el palacio Casa Pilatos fuera el lugar de referencia, los amigos de su padre le ofrecieron este lugar. Los dueños son la familia López Carrizosa. Gonzalo Prado, primo del expresidente de Endesa, Borja Prado y casado con Mercedes, formaba parte del grupo más fiel de Marcos Hohelohe. No hubo dudas por parte de Victoria de recibir este detalle para el día más importante de su vida. Su amiga Sol Prado López de Carrizosa también se casó allí y junto con la tía Flavia s encargó de que todo estuviera perfecto para este día.
La lista de invitados de lo que podría definirse como el bodón de la aristocracia no defraudó. Entre los asistentes, Miriam Ungria, princesa jordana desde que se casó con el primo del rey Ábdala que acudió con sus dos hijos, Boris y Beltrán. La pareja que más llamó la atención fue la formada por Luis Medina, hijo de Naty Abascal y Clara Caruana. Ha sido la presentación oficial una vez que retomaron su relación. Los duques de Huéscar y la prima de la novia, Anna Gamazo también formaron parte de los cuatrocientos invitados de una boda por amor.
Victoria Hohelohe nunca ha querido protagonismo en el mundo social, ni formar parte de los reportajes de jóvenes aristócratas que posan en los palacios y casa solariegas familiares. Los que la han tratado la definen como una chica discreta, muy familiar y con una relación muy bonita con su madre a la que adora. Con 19 años se convirtió en duquesa al morir su padre Marco Hohenlohe en agosto de 2016. El duque de Medinaceli nunca se recuperó de un accidente de moto que casi le cuesta la vida. Su mujer estaba embarazada de Victoria y la niña, desde que tuvo uso de razón, fue consiente de que su padre no era como los demás. Las secuelas del accidente fueron profundas y quizá influyeron en el divorcio siete años después.
Nació en Marbella, el lugar de encuentro de la familia paterna. Su tío abuelo abuelo Alfonso convirtió el pueblito de pescadores en centro veraniego de la aristocracia alemana y vips internacionales como la princesa Soraya, Audrey Hepburn, los príncipes de Kent y la princesa Margarita, hermana de la reina Isabel.
La separación matrimonial supuso también cambio de país y de forma de vida. Los hermanos Hohenlohe se trasladaron hasta Múnich donde vivió hasta los 18 años, pero sin perder sus orígenes españoles ni las costumbres andaluzas. Disfrutaba de la Semana Santa, de la Feria de Abril y también de la de Jerez.
Al terminar su primera etapa académica dejó Múnich para seguir en 2019 sus estudios en Madrid en el Instituto de Empresa. Después quiso completar su currículum en la Universidad de Shanghái y finalmente cerró el ciclo con un master en Londres. A su ya marido Maxime Corneille le conoció precisamente en la ciudad asiática y siguieron su historia de amor en España donde ambos trabajan.
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