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Solidaridad

La Infanta Elena inaugura la 54ª edición de El Rastrillo de Nuevo Futuro al que Don Juan Carlos ha donado dos chaqués

Una cita con la solidaridad, la tradición y el compromiso con la infancia más vulnerable, en el corazón de Madrid

Inauguración del Rastrillo de Nuevo Futuro 2025 José OlivaEUROPAPRESS

Madrid se viste de solidaridad. En la luminosa Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, la Infanta Elena ha inaugurado la 54ª edición de El Rastrillo de Nuevo Futuro, acompañada por el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; Josefina Sánchez Errázuriz, presidenta de la entidad; María José Ferrari Sánchez, vicepresidenta; y Simoneta Gómez-Acebo, vocal de la Asociación. Con esta cita emblemática, Madrid da la bienvenida a uno de los encuentros benéficos más esperados del año, que permanecerá abierto al público hasta el domingo 16 de noviembre, de 11:00 a 22:00 horas.

Inauguración del Rastrillo de Nuevo Futuro 2025José OlivaEuropa Press

Durante la jornada inaugural, la Infanta recorrió los más de treinta puestos instalados en esta edición, que combinan tradición, artesanía y una cuidada oferta de decoración, antigüedades, moda, complementos, libros y gastronomía. "El Rastrillo no es solo un evento solidario, es la expresión viva de nuestra misión", destacó Josefina Sánchez Errázuriz. "Cada compra, cada voluntario y cada visitante contribuye a ofrecer a niños, niñas y jóvenes una oportunidad real de construir un futuro digno", añadió.

Los fondos recaudados en esta edición se destinarán íntegramente a los hogares de protección y emancipación que Nuevo Futuro mantiene en Madrid. En ellos, la organización ofrece atención integral a menores y jóvenes en situación de vulnerabilidad, creando entornos familiares y estables donde puedan crecer con afecto y seguridad.

Inauguración del rastrillo nuevo futuroSERGIO PEREZAgencia EFE

La historia de este rastrillo solidario es, en sí misma, una historia de generosidad transmitida de generación en generación. Fundado en 1968 por Carmen Herrero Garralda, cuyo centenario de nacimiento se conmemora este año, El Rastrillo nació del deseo de un grupo de amigas de recaudar fondos para mantener el primer hogar de la entidad. Aquella iniciativa, nacida entre muebles y objetos donados y vendida en un garaje, consiguió 3,5 millones de pesetas con los que se abrieron dos nuevos hogares. Más de medio siglo después, ese espíritu se mantiene intacto.

Desde su creación, Nuevo Futuro ha abierto más de 240 hogares y centros en España y en el extranjero, acompañando a más de 29.000 menores en su desarrollo personal, educativo y emocional. Hoy, la organización trabaja con una visión moderna y humana de la protección infantil, basada en tres pilares: prevención, reparación y autonomía. Todo ello, gracias a una red de voluntariado que supera las 4.000 personas, muchas de ellas implicadas también en la organización del rastrillo, símbolo de una solidaridad que no entiende de edades.

El ambiente en Cibeles es, como cada año, una mezcla perfecta de elegancia y emoción. Entre risas, encuentros y compras, se percibe la calidez de una causa que trasciende generaciones. Porque en El Rastrillo de Nuevo Futuro no solo se adquieren objetos: se construyen esperanzas, se tejen historias y se renueva un compromiso que, después de 54 ediciones, sigue siendo tan actual como necesario.

Madrid, una vez más, convierte la solidaridad en un arte.