Cumpleaños
Isabel Pantoja cumple 67 años en medio del cisma familiar
La tonadillera espera en Cantora a sus hijos y nietos que acudirán, muy a su pesar, por separado
El próximo miércoles, dos de agosto, Isabel Pantoja celebrará en Cantora su sesenta y siete cumpleaños, en una situación muy distinta a la de hace un lustro, cuando reunía en la finca a sus hijos, nietos, hermanos y amigos famosos como Luis Rollán, las Mellis, Raquel Bollo, Falete o Chelo García Cortés. Hoy, todo ha cambiado. Unos han desaparecido de su vida y otros mantienen rencillas entre ellos que les impiden cumplir los deseos que la tonadillera desearía para que el miércoles se convirtiera en un día tan especial que recordara a las grandes fiestas del pasado.
Porque su sueño es reunir en una fecha tan señalada a Kiko Rivera e Isa Pantoja, unos hijos que están completamente distanciados y ni se hablan, se telefonean o se escriben, junto a sus cuatro nietos. En la última semana, ha intentado que sus vástagos limen asperezas y acerquen posturas. Tarea imposible, ninguno da su brazo a torcer. Mucho tienen que cambiar las cosas para que ese sueño se cumpla.
Una fuente muy cercana a Kiko nos dice que «él está dispuesto a ir a la finca a celebrar el cumpleaños de su madre, y llevarse a sus hijos para que vean a su abuela, pero el problema es que su esposa Irene no mantiene una buena relación con su suegra. No creo que tenga ganas de presentarse allí… Ni a Kiko le haría gracia coincidir en Cantora con su hermana. No se llevan bien ni tienen el menor interés en encontrarse. Además, ninguno de los dos quiere verse con su tío Agustín, con el que no tienen la menor sintonía. Y como la madre siempre le defiende, pues sus hijos se sienten despreciados en este aspecto». Esta misma fuente está convencida de que «Agustín mete cizaña a su hermana para que sus sobrinos no aparezcan en la finca. No siente el menor cariño hacia ellos. Con Isa no hubo jamás la menor sintonía y con Kiko no se habla desde hace años».
Dos días, dos celebraciones
Lo más probable es que Isa vaya un día con su hijo Albertito y su novio Asraf, y Kiko se presente otro con sus críos. Dos celebraciones distintas y sin algarabías. La cantante empieza a salir poco a poco de sus problemas económicos, gracias a la gira americana y a los contratos que ha firmado para actuar en distintas ciudades españolas hasta finales de este año, pero sus contenciosos con Hacienda y sus deudas con la quiosquera Loli, a la que le está devolviendo a plazos los setenta y seis mil euros que le debe, y con un empresario que le prestó otra alta cantidad, no le permiten grandes gastos.
Decíamos antes que por el camino se han quedado los amigos famosos a los que las malas lenguas calificaron como «la Corte isabelina», y tan solo quedan algunas amistades anónimas que nunca salen en los papeles, aunque se les ha visto en alguna ocasión acompañando a la Pantoja. En la lista solamente aparecen mujeres, que responden a los nombres de Charo, Celeste, Paqui, Maite y Cristina. Son sus incondicionales, aunque con Maite Pulpón tuvo sus más y sus menos hace un tiempo, ahora parece que se han reconciliado.
Paqui es dueña de una tienda en Jerez y a Cristina la apodan «la piloto», por su vinculación familiar con una compañía aérea. En cuanto a Celeste, es la presidenta del club de fans más grande de Isabel Pantoja. De ella se asegura que es tan fiel a su admirada artista que hasta pasa temporadas en la finca ayudando en las tareas caseras. Y Charo es una amiga de toda la vida. Un antiguo trabajador de Cantora recuerda aquellos cumpleaños que se caracterizaban por la juerga continua y los cantes y bailes hasta la madrugada. Isabel era la encargada de cocinar: «Hacia un gazpacho buenísimo, y le salen muy bien las paellas. Traía embutidos ibéricos, se gastaba un buen dinero en bebidas».
Caso aparte merece la sobrinísima Anabel. Una persona de su entorno que la conoce muy bien nos confiesa que «su relación con su tía ya no es tan estrecha como antes, desde que comenzó a ganar mucho dinero con su trabajo de influencer la situación es muy distinta. Ya no visita con frecuencia la finca, no es que se haya olvidado de la hermana de su padre, pero la relación no es tan cercana entre las dos». Aún así, es muy posible que Anabel viaje hasta Andalucía para estar el día 2 con su tita, y que se lleve con ella a su actual pareja, el fisioterapeuta de cabecera de la tonadillera, David Rodríguez. La pantojita chica y su apuesto novio se conocieron en la gira americana de la Pantoja y no se han separado desde entonces. Evidentemente, esta relación sentimental cuenta con el total beneplácito de doña Isabel y su hermano Agustín. Nada que ver con la que mantienen con Asraf, al que no perdonan que calificara en una ocasión a los Pantoja como «una familia de mierda». El rencor perdura y ya veremos si la madre de Isa asiste en octubre a la boda de su hija con el hispano marroquí.
Isabel Pantoja preserva su intimidad hasta el extremo y hace un contrato de confidencialidad a todos los que trabajan para ella para que no hagan declaraciones a los periodistas cuando dejan de prestar sus servicios en la finca. Desde luego, a la fiesta que no esperen a Agustín, aunque se supone que no ha sido invitado. Poco se sabe sobre la vida privada de este hombre taciturno y esquivo con la prensa, pero un confidente nos deja entrever que «podría estar ilusionado con una persona que vive en Córdoba, a la que visita habitualmente. Es una relación muy discreta y secreta». Su hermana, sin embargo, no está por la labor de enamorarse de nuevo. Que no le hablen de ello, porque bastante escarmentada quedó tras la ruptura con Julián Muñoz. Confía más en los gatos de la finca, a los que cuida con mimo, que en los hombres.
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