Entrevista

Exclusiva | José Manuel Díaz-Patón: «No sé si estoy con Ágatha o no»

Hablamos con el abogado horas antes de que la diseñadora rompa su silencio en televisión, supuestamente para confirmar su ruptura

Ágatha Ruiz de la Prada y José Manuel Díaz-Patón
Ágatha Ruiz de la Prada y José Manuel Díaz-PatónGtres

El abogado José Manuel Díaz-Patón Porras y la duquesa de Castelldosríus se han tomado un “break”. En declaraciones en exclusivas a este medio, el terrateniente de la Mancha que hace unos años enamoró a Ágatha Ruiz de la Prada puntualiza que: “Yo no sé si sigo o no sigo en pareja. Llevo quince días sin hablar con ella. Me da la callada por respuesta y aunque ha regresado de Nueva York ni nos hemos visto”. La pareja hizo pública su relación en la boda de Alejandra Ansón y desde entonces han sido uña y carne hasta estos días: “Ella se enfadó conmigo porque decía que se me estaba subiendo la fama, cosa que no es así”. Algunos dicen que este enfado es un montaje y que solo es un paripé para seguir saliendo en los programas de televisión, como en el que se sentara próximamente la diseñadora: “Esa idea es absurda. Yo lo calificaría como un momento de silencio nuestro en la pareja. No sé si Ágatha se sentará en un programa. Pero si se sienta y no habla bien de mí, yo también me sentaré y hablaré”. Patón quiere dejar muy claro que él ya era conocido antes de ser pareja de la diseñadora. Nos cuenta a LA RAZÓN que fue durante once años propietario de la discoteca Archy, el templo de los 80, junto a su hermano Julián y otros socios. “De esa época tengo innumerables recuerdos, era un sitio clásico entre los clásicos de Madrid que dio esplendor a las noches de la capital y era la perdición de toda la gente guapa de la época, incluido el hoy Rey de España, Don Felipe VI, cuando aún era Príncipe”. Este refugio nocturno lo compró Díaz-Patón a los anteriores propietarios, que en aquellos días eran los hermanos Lozano. Archy servía como punto de encuentro entre clases y generaciones y allí, en este santuario de la calle Marqués de Riscal, el hasta ahora novio de Ágatha hizo muy buenas amistades entre la clase alta madrileña y el famoseo deluxe. Todos sus amigos apuntan que “Patón” brilla por si solo y es el alma de cualquier fiesta.

Dos bodas y un “break”

José Manuel se ha divorciado en dos ocasiones. Su primer matrimonio, en Puertollano hace más de treinta años, fue con Rosa Pérez y resultó muy breve. Apenas duró un par de años. "Las cosas no funcionaron", nos dice José Manuel éramos muy jóvenes y muy diferentes. Pero ahora seguimos llevándonos de escándalo. Fíjate como son las cosas, que en el último cumpleaños de mi exmujer estuvo también Agatha y fue todo divertidísimo. Rosa es un encanto”. En Puertollano, el pueblo minero que a los dos les vio nacer, nos precisaban los que les conocen que: "Fue una boda vista y no vista. Luego ella tuvo una relación con un presentador de Telecinco, que también es manchego, casi dos años después de dejarlo”. Rosa y José Manuel no tuvieron hijos. Sería más tarde cuando el letrado se casó de nuevo con Nicols Bronstowicha cuando llegaron los mellizos. La madre de sus hijos, al igual que Ágatha, también es diseñadora de alta costura y puso de moda sus diseños en el mercado ruso, ya que su familia, de rango diplomático, son de Moscú. Este matrimonio, al igual que el de Rosa, tampoco llegó a buen puerto y acabó en los Juzgados con denuncias de Nicols a José Manuel por maltrato psicológico: “Mi mujer me denuncio en el 2010 y de todas las denuncias fui absuelto. Ella tuvo una condena por temeridad y al final hasta me dio pena y acabé yo pagándole en el 2018 las costas de su abogado. El juez acabó dándome a mí la custodia de mis dos hijos, Nicolás y Rodrigo”. Los mellizos tienen 20 años y algunas veces les hemos visto posando con camisetas de corazones de Ágatha, ya que tienen una relación espléndida con la diseñadora: "Son dos buenos muchachos y yo he intentado inculcarles los buenos valores de la vida. Han trabajado en todo: han sido desde camareros en Trocadero Sotogrande en verano, a desempeñar también sus funciones en el Real Madrid”.

José Manuel Díaz-Patón y Ágatha Ruiz de la Prada
José Manuel Díaz-Patón y Ágatha Ruiz de la PradaGtres

Casas en Madrid, Sotogrande y Finca en la Alcudia

El letrado tiene tres lugares marcados en su destino: Madrid, donde vive; Sotogrande, ya que allí veranea, y el Valle de Alcudia en La Mancha, porque allí está radicado todo el patrimonio familiar de sus fincas que comparte con sus hermanos Julián, Gonzalo y Toya. Hasta hace unos días esta finca era el lugar de recreo favorito de Ágatha, que manifestaba a este medio que “me encanta pasear entre los cervatillos en libertad. Allí me encuentro muy a gusto con José Manuel”. La familia de los Díaz-Patón Porras es muy conocida en Puertollano. El novio de Ágatha está emparentado con la familia de Franco a través de su hermano Gonzalo, quien se casó con una nieta sobrina de Nicolás Franco, hermano del dictador. Políticamente hablando, la familia está muy significada en el entorno de la derecha. Toya, una de las hermanas del letrado, fue el número uno de Vox en la lista para el Senado por Ciudad Real. Pero, además de su perfil político, la hermana de José Manuel es artista. Tiene un discreto taller en Ciudad Real, atestado de objetos fabricados con huesos de vaca, pezuñas de ciervo u oveja, y donde rinde culto a la artesanía milenaria de sus pastores y gente de campo.

Un terrateniente con minas de carbón

El clan Patón es una marca en La Mancha. El tatarabuelo del novio de Ágatha, Emilio Porras Delgado, fue diputado y alcalde de Puertollano en 1905. Fue un personaje emblemático en la ciudad. El mismo José Manuel significa a nuestro medio que "él fue el que hizo el paseo, la plaza de toros... y todo lo hizo con su dinero. Además de diputado, fue el dueño de las minas de Puertollano”. Las minas de carbón de la ciudad manchega fueron propiedad de los Díaz Porras hasta 1999. En la actualidad, además de sus negocios empresariales, José Manuel regenta su despacho, Legaltrade, un prestigioso bufete especializado en derecho mercantil y concursal que, entre otros casos, llevó la primera demanda que se presentó contra el Estado por negligencia de sus órganos supervisores en el asunto del Banco Popular. También comparte su tiempo como letrado en las tertulias de TVE los lunes: “Es una nueva etapa en televisión y estoy encantado de hablar de temas jurídicos que es lo mío”.