Verano
Mar Flores: los veranos «free» en casa de su ex como madre y abuela
La modelo se encuentra veraneando en la casa de Javier Merino con los cuatro hijos que tuvo con el empresario, Carlo Costanzia, Alejandra Rubio y su nieto
Mar Flores lleva más de dos décadas veraneando en Ibiza en la casa propiedad de su exmarido, el polémico empresario Javier Merino. Por eso no es extraño que cada año repita a pesar de que su intimidad no sea total. Hace unos días publicó un comunicado en sus redes sociales donde pedía a las revistas y medios que pixelaran a sus hijos si iban con ella. No era necesario ese toque de atención. Desde hace tiempo no se publican ese tipo de imágenes sin ocultar el rostro de menores ya sean hijos de famoso o anónimos. Esta vez también reivindicaba en esa declaración que no se pusiera en peligro los seguimientos. Según confirmaba el paparazzi Sergio Garrido «eso nunca ha ocurrido. Al menos en mi caso». Fue el autor de unas fotografías de la modelo en la cubierta de un yate en bikini donde aparecía espectacular. En ese caso no hubo mayor enfado porque Mar Flores sabe que tiene a los profesionales pendiente de sus movimientos. Lo que no quiere es que aparezcan sus hijos y menos su nieto, que acapara este año todas las miradas. Y este compromiso es el que pedía en sus redes sociales.
En el caso de Mar Flores sus paseos por la isla por mar y por tierra no tienen mayor trascendencia. Salvo que estuviera acompañada de una nueva pareja que no es el caso. El empresario Elías Sacal, con el que mantuvo una relación de adioses y holas durante varios años, ya no está en la noria afectiva de la modelo. Me cuentan que se llevan muy bien pero que esos capítulos del libro amoroso de su vida ya están cerrados. Mar está muy centrada en Malne, la empresa con la que ha diseñado ya varias colecciones con notable éxito. Ibiza va a ser el escenario para el reportaje gráfico que realizará el fotógrafo Juan Martín para la firma fundada por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez.
Sus vacaciones de este año las comparte en este primer mes con los cuatro hijos que tuvo con Javier Merino. Al grupo se ha unido el primogénito Carlo Costanzia, Alejandra Rubio y el bebé. Todo muy familiar. La impresionante vivienda es propiedad de Merino, que también ha protagonizado diversas idas y venidas de la lista de deudores del fisco español y que ahora camina con una fiscalidad saneada, igual que es el propietaro del magnífico barco en el que navega la familia y que este verano será objeto de deseo de las cámaras. Aunque el empresario pasa parte de la semana en Madrid, se integra en esta unidad familiar cuando recala en la isla. Mar y Javier se respetan. Cuando se divorciaron, procuraron que los hijos mantuvieran su equilibrio emocional. Llegaron a un acuerdo y fueron los padres los que cada mes dejaban el hogar familiar para que los hijos no se desubicaran. Y así se ha mantenido. Una opción salomónica que ha funcionado.