
Dura confesión
Kiko Rivera se viene abajo tras días mostrando su mejor careta
Ha presumido de nueva etapa sin Irene Rosales y de afrontarla con optimismo. Incluso cambió de look, pero pronto se ha venido abajo
Kiko Rivera ha tratado de mostrar su mejor cara en redes sociales. El mundo virtual no siempre es espejo de la realidad, pues en verdad mientras presumía de sonrisa, en sus adentros encierra una gran tristeza. Es normal, inicia una nueva etapa tras la separación de Irene Rosales y eso da cierto vértigo. Ha sido una historia de amor de once años, nueve de ellos como marido y mujer, con dos hijas como principales frutos de su amor. Se les acabó la chispa, pero siguen siendo por siempre una familia. Aun así, todo es muy complicado.
Después de estrenar cambio de look a la vez que soltería, anunciar cambios es su vida, nueva rutina y también la eliminación de todo rastro virtual de su pasado con Irene Rosales, Kiko está de bajón. Decía estar comiéndose el mundo o pretender comenzar a hacerlo, con fuerzas renovadas y un optimismo como mejores acompañantes de viaje. Pero le ha flaqueado esa determinación inicial y ahora se encuentra abatido. Así se lo confiesa a sus seguidores, al verse incapaz de mantener la sonrisa por más tiempo cuando llora por dentro.
Kiko Rivera confiesa estar en un mal momento
Poco más de una semana después de que se diese a conocer el final de su matrimonio, Kiko Rivera no ha podido mantener por más tiempo el tipo. Aunque confesaba que la decisión de romper con su esposa era complicada, entendía que era la decisión más madura que había tomado y estaba feliz y positivo ante lo que estaba por venir. Pero ahora no se siente tan dichoso, tras haber pasado sus primeros días alejado de su mujer, pero especialmente de sus hijas. Y es que ya no vive en su domicilio de Castilleja de la Cuesta, sino en su piso de soltero.

“Cuando se marchan estos dos bichitos es cuando llega ese silencio aterrador. Ese silencio que uno tiene que acostumbrarse. Nadie dijo que fuera fácil, pero la realidad es la que es, ya a día de hoy cuesta tela. Solo necesito tiempo”, escribía Kiko Rivera junto a una imagen en la que aparece abrazado a sus hijas con Irene Rosales, tras pasar un rato con ellas. Le toca estar coordinándose con su ahora exmujer para pasar tiempo con sus hijas, lo que le ha hecho reformular su rutina para centrarse en el trabajo sin descuidar a su familia.
Por el momento ha tomado la determinación de vivir este proceso de cambio alejado de las exclusivas, aunque no del público. No quiere comercializar con su drama y ha prometido no hablar con revistas y programas para acordar grandes entrevistas, sino que dará las explicaciones y detalles que considere apropiado desde sus redes sociales. Esas que promete dar más movimiento, así como sus plataformas de stream, que ya ha iniciado. Una forma de mantenerse en contacto con sus fieles y sentirse arropado cuando le llegan los recuerdos de su matrimonio con Irene Rosales o se pregunte qué harán sus hijas en su casa.
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