Situación
Mónica Cervera, a la cárcel: el mal que le puede ir bien
La familia espera que la actriz pueda tratarse adecuadamente en prisión
«Es mi elección estar aquí, estoy bien como estoy. No quiero que me nombren las palabras televisión ni cine. Tal vez, lo que sí me gustaría hacer en un futuro es escribir guiones, me gusta mucho la creación», explicó hace unos meses Cervera a quien firma estas líneas cuando se le preguntaba por qué vivía en la calle. La actriz también nos contó haber acudido a Cruz Roja: «Y nadie me ha hecho caso». Puestos en contactos con Cruz Roja, informan a este medio que «lo hemos intentado todo con ella, pero en más de una ocasión ha tenido episodios de violencia con los voluntarios y poco se puede hacer». Este ir y venir ha acabado con Mónica en prisión por el robo de unos cacahuetes en una tienda. Todo unido a un nuevo episodio de violencia, ataques de ira que no puede controlar y que ni se medica para hacerlo. Mónica es una más de los indigentes que deambulan por Marbella. Muchos de los que la conocen ya se han habituado a verla con su mochila negra al hombro y su bolsón de cuadros durmiendo junto a otros mendigos en el parque. Según algunos testimonios que hemos recabado, también se sitúa en un semáforo donde los coches paran para darle dinero.
La intérprete tiene familia en la ciudad, según ella misma contó a esta periodista, y un domicilio donde estar, pero su opción actual es la calle y «me deben respetar». Su madre, María, se preocupa por ella junto a sus cuatro hermanos. También han vivido episodios violentos teniendo que llamar a la Policía en alguna ocasión que ha visitado la casa materna para ver a su hijo y su «brote de violencia» ha tenido que ser reprimido por los agentes. Mónica Cervera tiene a Santi, un hijo al que cuida su familia y que poco puede hacer por su madre. Amigos allegados a la familia nos cuentan el sufrimiento que están experimentado en estos duros momentos: «Es imposible ayudarla porque ella no quiere. Está en tratamiento de salud mental en el centro de Las Albarizas, pero la mayoría de las veces no acude a las citas médicas o deja de tomar la medicación, y así es muy difícil su sanación».