Viuda

Patricia Llosa, después de la travesía de Mario

Después de la muerte del Nobel, ella sigue honrando su memoria en cada homenaje al que va

Peru's Nobel Literature Prize laureate Mario Vargas Llosa and his wife Patricia
Peru's Nobel Literature Prize laureate Mario Vargas Llosa and his wife PatriciaClaudio Bresciani / SCANPIXAgencia AP

Cuando las tempestades de la vida arrecian hay que tener un puerto seguro en el que fondear, reparar el velamen y reposar alma y cuerpo. La vida de Mario Vargas Llosa ha estado repleta de galernas y Patricia Llosa ha sido además de su prima y su mujer «alguien donde volver». Se enamoró de ella cuando no era más que una adolescente de 15 años a la que él sacaba diez. Desde entonces su vida juntos ha sido una sucesión de encuentros y reencuentros hasta que, en sus últimos años, volvieron a reunirse tras el paréntesis de Isabel Preysler.

La querencia familiar era como un atavismo en Mario. Su tía política Julia Urquidi fue su primera esposa, de la que se divorció antes de iniciar su historia con Patricia y cuando en 1965 decidió casarse con su prima hermana, se desataron infinidad de críticas. Bien es verdad que los hijos unen y Álvaro, Gonzalo y Morgana han sido esa argamasa que, aparte de ser un apoyo a su madre en tiempos de tribulación, ha servido para que ese puerto seguro fuera más acogedor. Patricia Llosa Urquidi es hija de Luis Llosa Ureta -hermano de Dora, madre de Mario- y de Olga Urquidi y ha estado presente en momentos gloriosos de Mario. Amar a alguien es participar de sus penas, pero también de sus gozos. Los premios, doctorados honoris causa, y reconocimientos que Mario recibió son también mérito de quien le acompañó en su caminar.

Los artistas son, a veces, tumultuosos y arrebatados, y necesitan quien les ate a la realidad de la que pueden estar alejados o indiferentes. Patricia estuvo a su lado en la ancianidad al igual que en la adolescencia y la madurez. Ella era lo permanente, como lo fue el Perú. Los toros de lidia se acercan a la barrera para morir. Patricia y el Perú fueron para Mario su barrera, su refugio, allí donde sabía que podía volver. Volvió y se quedó.

Author Mario Vargas Llosa posing w. his wife Patricia.
Author Mario Vargas Llosa posing w. his wife Patricia. H. John Maier Jr.Getty Images

Patricia fue su crítica doméstica, leía sus obras antes de salir a la luz, organizaba sus presentaciones, una colaboradora leal, su sostén en la vida -como él la llamó- a quien dedicó emotivas palabras al recibir de manos del rey Carlos XVI Gustavo el Premio Nobel. Ahora, Patricia, después de muerto Mario, sigue honrando su memoria, acudiendo a Buenos Aires a la presentación de la última biografía del escritor, de Pedro Cateriano, o visitando en el Juan Sebastián de Elcano a la Princesa de Asturias, heredera del país donde él decidió vivir. Él le dedicó su silencio, en su última novela, escribiendo «A Patricia» y ella le dedica ahora su tiempo también después de muerto.