
Maternidad
El problema de salud que ha sorprendido a María Pombo en la recta final de su embarazo: "Estoy sufriendo mucho, me hace llorar"
Se espera que la creadora de contenido salga de cuentas a finales de diciembre o principios de enero, pero no está llevando muy bien este último tramo

María Pombo está a punto de salir de cuentas. Su bebé ya es casi como una calabaza de invierno y pesa entre uno y dos kilos, según calcula la aplicación con la que monitoriza su embarazo. Se espera que la pequeña Mariana llegue al mundo a finales del próximo diciembre o principios del año nuevo, una bienvenida que hará todavía más felices las Navidades de la familia.
Como buena influencer, Pombo ha compartido con sus más de tres millones de seguidores cada nuevo detalle de su embarazo, tanto los aspectos positivos como los no tan buenos. No es ningún secreto que, pese a tratarse de una de las etapas más bonitas en la vida de una mujer, el embarazo tiene cientos de efectos secundarios que afectan a la gestante, y la creadora de contenido habla de ellos sin tabúes.
Pérdida de cabello, náuseas, mareos, cansancio… Estos son solo algunos de los síntomas que María Pombo ha notado en los últimos meses, y aunque está familiarizada con la mayoría -ya es madre de otros dos hijos-, este último embarazo la ha sorprendido con un nuevo y molesto problema que puede afectar negativamente a su salud: el insomnio.
La madrileña no está durmiendo tan bien como suele y pasa en vela gran parte de la noche. Una situación desesperante que no había experimentado en los embarazos anteriores: “Yo, que suelo dormir increíble, estoy sufriendo mucho este embarazo con el insomnio. Lo de ver que pasan las horas y ver que no consigo dormirme me hace llorar todas las noches”.

No es para menos, puesto que la falta de sueño es un grave trastorno que puede ser muy perjudicial para la salud física y mental. Afecta a la concentración, la memoria y el rendimiento cognitivo, además de alterar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. También puede provocar irritabilidad, ansiedad y un descenso general del estado de ánimo, ya que el organismo pierde su capacidad natural para recuperarse y mantener un equilibrio emocional.
En el caso de las mujeres embarazadas, el insomnio es un trastorno relativamente común asociado a los cambios hormonales propios de la gestación. El aumento de progesterona y otras alteraciones hormonales modifican los ciclos de sueño, a lo que se suman factores físicos como el crecimiento del abdomen, la necesidad frecuente de orinar o la incomodidad postural. Tras el parto, este problema puede mantenerse durante un tiempo debido a la adaptación al nuevo ritmo de vida y a la interrupción del descanso nocturno por el cuidado del recién nacido. En la mayoría de los casos, el sueño se normaliza progresivamente a medida que el organismo recupera su equilibrio hormonal.
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