
Entrevista
Soraya Arnelas: "Rezo todas las noches a Dios y le agradezco todo"
En plena presentación de la reedición de «La noche es para mí» hablamos con ella de sus renuncias, deseos y de Melody

Es una de nuestras artistas más versátiles. Y, a estas alturas, su carisma y sus inagotables ganas de reinventarse son incuestionables. Por eso, que Soraya Arnelas (Cáceres, 1982) haya renovado este 14 de febrero sus votos con la música reeditando «La noche es para mí. 2025», tema con el que participó en Eurovisión hace nada menos que dieciséis años, es una buena noticia para la industria. Y para alegría de sus fans, prepara nuevo disco. «Este año cumplo veinte en la música y le prometí a mi público algo especial, así que va a haber muchas sorpresas –nos confiesa feliz–. Mi celebración empieza el primero de enero y acaba el 31 de diciembre, y, como buena eurovisiva, tenía que comenzar con la reedición de ese tema, con nueva intro, nuevo final, hemos grabado las voces, producción más moderna... Pero habrá más». Lo dicho: Soraya Arnelas es pura pasión por lo suyo. Un amor en el que todos los días es San Valentín.
-¿Cuánto hay de terapéutico en ese regreso al pasado con «La noche es para mí. 2025» con la mirada puesta en un ilusionante presente?
Volver a la música electrónica es regresar a mis orígenes, pero con lo que he aprendido, con más tintes míos, más baile, en inglés y español, con novedades estéticas. Ya sabes que me gusta renovarme para no hacer más de lo que hay y tengo un equipazo que siempre me acompaña.
-¿Qué nos quiere cantar en su nuevo disco y por qué dice que va a ser «una gira icónica»?
La gira es un viaje por estos veinte años. Tiene que ver con mi primer trabajo de azafata de vuelo. La escenografía es un avión y es un viaje por todo el decorado de mi vida: «OT», Eurovisión…Capítulos más y menos tristes. Por ejemplo, la canción que saqué cuando perdí a mi bebé la voy a cantar por primera vez en esta gira, que será muy visual.
-¿Cómo se prepara físicamente para una gira tan exigente?
Este año estoy por tatuarme la palabra gestionar. Yo siempre hago deporte y cuido mi alimentación, pero a veces no sé gestionar el estrés. Lo que me hace feliz es compatibilizar mi trabajo y mi familia. Las dos cosas más importantes de mi vida.

-David Bisbal dice en su documental que le ha costado librarse de la etiqueta de «triunfito». ¿Cree que ha tenido que demostrar más al partir de esa casilla?
Igual los primeros años, sí, porque la marca «OT» pesa mucho, pero a mí lo de «triunfita» nunca me ha molestado, no he tenido que demostrar más de lo que me ha pedido el mercado.
-A estas alturas de su carrera, ¿de qué está disfrutando y a qué ha renunciado?
He vivido todo a tope lo que se me ha permitido, aunque me hubiese gustado participar en más programas. Soy Eurovisión, le pese a quien le pese. Aunque mi carrera y mi proyecto son a largo plazo, ni quince ni veinte años, voy a seguir trabajando hasta el día que me muera. Respeto la profesión, a los compañeros, trabajo muy duro y eso al final se premia. ¡Mira Melody! Hay que votar por el esfuerzo, a las mujeres que nos lo trabajamos hay que premiarnos.
-Vivimos juntas la actuación de Chanel en TVE y pronosticó el puestazo. ¿Triunfaremos con Melody?
Me recuerda mucho la fuerza de Chanel. Melody es que lo tiene todo. Es una gran mujer y muy perfeccionista. No va a esa guerra a darse un paseo, sino a traerse un triunfo a casa, ella va a ganar y a por todas. Es la mejor representación que podíamos llevar.

-Con el desparpajo y el talento que tiene, presentar un programa musical, como hace Chenoa con el nuevo «OT», podría ser otra opción. ¿Nos postulamos?
Me gustaría ser profesora, porque podría ser un caos como presentadora, pero sería una gran profesora de «acting» para enseñar a mis alumnos a moverse en el escenario.
-Confiesa que su fe la ha ayudado en momentos personales complicados. ¿Qué encuentra en la espiritualidad?
Es lo que me da la vida. Creo en Dios, en que hay una fuerza superior, y que, cuando no tenemos respuestas, debemos creer en algo más. Rezo todas las noches a Dios y le agradezco todo. Cuando hago mis trabajos, confío en que su fuerza me guía para que todo salga bien.
-Con la vorágine que tuvo ayer de presentación, no sé si se dio cuenta de que fue San Valentín… ¿Le da mucho peso al romanticismo o valora más otros detalles?
Pues no lo había pensado aún (risas) El romanticismo está muy mitificado, yo quiero momentos divertidos, un buen compañero que le quite hierro a las cosas y te saca una sonrisa, como hace Miguel Ángel. Cuando llego estresada, mi marido siempre me saca una sonrisa. A San Valentín le pido momentos divertidos y más con mi marido.
-¿Algo más para este 2025 tan ilusionante? ¿Un tren para su Extremadura, por ejemplo?
¡Ay, sí! Que ese tren de Extremadura llegue ya muy pronto y que nos visite mucha gente. Se come muy rico y tenemos unos escenarios y una cultura dignos de ver, pero, vamos, que también hay grandes carreteras para llegar, aunque el tren lo necesitamos para que todo sea más fácil y rápido.
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