
Nuevo revés médico
Última hora: Alma Bollo, ingresada de nuevo en el hospital, desbordada y a punto de estallar
No aguanta más su delicada situación. En nueve meses ha estado muchísimas veces en manos de los médicos. Se siente al límite de sus fuerzas

Alma Cortés Bollo está arrastrando problemas de salud desde hace varios meses, los cuales le ha llevado a ser ingresada en más de una ocasión en el hospital. No puede más, su estado es delicado y está desesperada. Así se ha presentado ante sus seguidores de Instagram para confesarse, pues no encuentra tregua en su situación, después de haberse convertido en madre por segunda vez el pasado verano. Desde entonces sus visitas a las clínicas médicas y hospitales son casi rutinarias, aquejada de diversas dolencias.
La hija de Raquel Bollo ha querido desahogarse con sus fieles seguidores, ante un nuevo ingreso hospitalario. Otra vez ha tenido que ponerse en manos de profesionales ante un bache de salud, alertada por las señales que le manda su cuerpo constantemente de que algo no anda del todo bien. No puede más y es que lleva nueve meses viviendo un auténtico calvario.
Alma Bollo, desconsolada por sus baches de salud
“De verdad, hay veces que siento que no puedo más. Creo que mi cuerpo ya me ha mandado muchas señales y está petando por completo”, comienza a describir Alma al anunciar que está “nuevamente metida en un hospital”, mientras está en la sala de espera. “Llevo nueve meses insufribles donde obviamente todo el estrés de mi vida es el principal culpable de todo, o al menos eso creo yo”, se atreve a adelantar qué le ha sucedido, al analizar las circunstancias que le rodean en el último año, en el que ha sido mamá.

“Cambio radical de vida, irme de mi ciudad, la nueva casa con su correspondiente obra, que ya sabéis el estrés que ocasiona, una búsqueda exhaustiva y bastante nefasta de colegios para Jimena. Eso me ha traído por la calle de la amargura, aunque el viernes por fin se solucionó”, enumera algunos de sus quebraderos de cabeza que le han llevado al límite y, de nuevo, al hospital.
Y es que se le ha juntado todo: “Me tocó sola, lejos de mi chico y con un bebé nada bueno, enganchado completamente al pecho, con una mamitis horrenda, meses y meses de noches sin descanso y teniendo que estar estupenda para afrontar el siguiente día y darles lo mejor de mí. Mi trabajo en redes sociales, que gracias a Dios no me falta nunca y mi propio negocio, que necesitan de mucho tiempo y dedicación. Y a eso sumarle los viajes a otra ciudad para poder trabajar”, destaca al estar a caballo entre Sevilla, Madrid y Algeciras. Y tan solo parece encontrar algo de descanso los fines de semana, que incluyen hacer las maletas, coger a sus hijos y acudir a ver a su chico para estar escasos dos días algo más tranquilos. Algo difícil.
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