Opinión

La crónica de Amilibia: ‘Día de difuntos: Ayuso ya tiene tumba’

ORDES (A CORUÑA), 27/10/22.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sostiene una calabaza en la mano, debido a la festividad conocida en Galicia como Samaín, durante su visita este jueves a Ordes, el pueblo natal de la enfermera Isabel Zendal, que inspiró el nombre del hospital público de pandemias de la capital española. EFE/Cabalar
ORDES (A CORUÑA), 27/10/22.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sostiene una calabaza en la mano, debido a la festividad conocida en Galicia como Samaín, durante su visita este jueves a Ordes, el pueblo natal de la enfermera Isabel Zendal, que inspiró el nombre del hospital público de pandemias de la capital española. EFE/CabalarCabalarAgencia EFE

Sin esperar a enero, Él rebajará el delito de sedición en el que incurrieron los indepes catalanes, lo que equivale al perdón para sus socios. En su magnanimidad, pondrá sobre la Mesa de Diálogo turrón El Almendro, el blando, para que Puigdemont pueda cantar desde Waterloo «vuelvo, vuelvo a casa por Navidad». Voces expertas alertan de que en la UE (Italia, Francia y Alemania sin ir más lejos) la sedición se castiga con penas más duras, pero como piensa que esas voces proceden de los coros y danzas de la caverna mediática o así, Él las ignorará con el elegante desdén que le caracteriza, que para algo es campeón mundial en desdenes y además mirando para otro lado, lo que favorece mucho su bello perfil.

Hablando de dulces, una panadería de Parla (Madrid) vende pasteles con forma de tumba, con su cruz y todo, y el primero se lo han dedicado a Díaz Ayuso sin tan siquiera interesarse por si tiene alta la glucosa. Así celebran Todos los Santos y el Día de los Difuntos, convirtiendo a Isabel en bizcochito sepulcral. Quizá sea cosa de Pablo Iglesias, dicen las lenguas viperinas, aunque no se le ha pillado con las manos en la masa. Si la moda tiene recorrido, me imagino que habrá un trasiego de pasteles fúnebres en esta campaña electoral, o sea, que los políticos se enviarán los unos a los otros los pasteles-tumba como antaño los mafiosos enviaban cabezas de caballo a sus enemigos antes de darles matarile.

Ahora que Putin habla de la bomba sucia, aquí inventamos el pastel-tumba, a la espera de los buñuelos de viento radioactivo, los pestiños con polonio y los huesos de santo como misiles. Y luego, la tarta del perdón.