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La crónica de Amilibia: ¿Se puede jugar al parchís con Bolaños?

Félix Bolaños, Ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática
Félix Bolaños, Ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria DemocráticaAlberto R. RoldánLa Razón

Dijo Isabel Rodríguez, la portavoz, que con Feijóo no se podía jugar ni al parchís. Después del whatsapp de Bolaños a González Pons cuando negociaban lo del CGPJ («no hay nada de la sedición»), la pregunta es: ¿se puede jugar al parchís con Bolaños?

Lo ha aclarado él mismo. Hace poco confesó: «Feijóo está tocado y hundido, es un líder fallido». Al fin, la luz: con Bolaños hay que jugar a los barcos. A ver si ahora lo aclara la portavoz: a monseñor Bolaños le gusta jugar a los barcos, ya saben, a eso del portaviones o el submarino tocado o hundido. O sea, que ya nada de parchís, mus, póquer, tute o dominó. Es la batalla naval. Cuando se juega, hay que tener claro a qué se juega. Ahí está Xi Jinping enseñando a jugar a los chinos a Joe Biden y Él jugando al monopoly con ERC sobre la cosa de la malversación.

Feijóo es gallego, pero no sé muy bien si le va la coña marinera. Cuando apela a los barones sociatas moderados para que se sitúen con los condenados por sedición y malversación o con la Constitución, recuerdo el celebrado chiste de Ramón que fue portada de «Hermano Lobo». Grita el político: «¡O nosotros o el caos!». El pueblo: «¡El caos, el caos!». El político: «Es igual, también somos nosotros».

En el caso de la disyuntiva propuesta por el líder del Partido Popular, quizá la respuesta de los Pages, Lambanes y Varas sería algo así: «Nosotros estamos con los condenados y con la Constitución». O sea, el caos.

Lejos de ellos el juego de elegir: quieren estar en misa y repicando, dándole a Él de vez en cuando, eso sí, algún leve pellizquito de monja benedictina.