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Caso Koldo

Patricia Úriz y el gran show de las despechadas que está por llegar

Por venganza o desamor, algún día las mujeres vinculadas con el caso empezarán a airear sus propias vergüenzas

Captura tomada de la señal institucional del Senado de Patricia Úriz, expareja de Koldo García EFE/ Señal Institucional del Senado

Pundonor, huida, protección, vergüenza, consejo legal, miedo, provocación… De todas las razones que se pueden esgrimir para explicar qué llevó a Patricia Úriz, exmujer de Koldo García, a presentarse disfrazada el jueves ante la comisión del Senado que investiga la trama corrupta de las mascarillas, solo existe una que se pueda dar por válida: provocación.

Con peluca, gafas oscuras y un pañuelo que cubría el rostro, llegó acompañada de su abogada, Leticia de la Hoz, y con una actitud desafiante que remató con su negativa a responder a cualquier cuestión que le planteasen los senadores, acogiéndose a su derecho a no declarar. De esta guisa, ni siquiera nos dio el gusto de comprobar si la vergüenza le produce un poquito de rubor. Ahora le preocupa proteger su identidad, pero quien la sacó del tiesto fue ella sola. La senadora del PP Ana Beltrán fue muy clara: «Se cubre la cara por vergüenza, pero para robar no se la tapó».

Poco importa lo que esconda bajo el pañuelo. Mientras la investigación sigue su curso, a los ciudadanos les llena de curiosidad las formas de amar de todos estos personajes cuyos flirteos y encuentros eróticos corren a cuenta del contribuyente.

Patricia Úriz comparece en la Comisión sobre el ‘caso Koldo’ en el Senado A. Pérez MecaEuropa Press

Con sus nombres rodando desde hace tiempo en los medios y redes sociales, el show más esperado es la venganza de las ex. Puede que llegue el día en el que, por despecho, desamor o resentimiento, todas empiecen a desfilar por los platós de televisión y en el enganchón tiren, con máscaras o sin ellas, de la manta. Pilar, Carolina, Andrea, Jessica, Nicole, Claudia, Inmaculada, Patricia… El cónclave femenino sería fascinante.

Inmaculada, que estuvo casada cinco años con Koldo, ya avanzó algo hace un año en televisión, cuando su ex fue detenido junto a su todavía mujer Úriz: «A mí no me extraña nada lo que ha pasado. Por eso, por la ambición. Ambición, ambición, ambición. Que rompe el saco». Relató que su ex, que, además de asesor de Ábalos, fue portero de un club de alterne, no se hacía cargo de su hijo.

¿Quién es Úriz?

Hoy quien cobra protagonismo es Úriz, la mujer de cabello moreno y tez pálida que ahora camina con la cabeza agachada, pero con soberbia. Nació en Pamplona en 1976 y fue concejala en el Ayuntamiento de Huarte, una localidad de unos 7.000 habitantes, entre 2011 y 2015. Con sus votos, los huartearras frustraron su deseo de ser alcaldesa por el Partido Socialista Navarro en las siguientes elecciones. Fue a principios de 2020 cuando, ya pareja sentimental de Koldo, Ábalos, entonces ministro de Transporte, le procuró un puesto de ayudante de secretaria en su ministerio.

A Úriz, que el 31 de marzo de 2022 emprendió su propia aventura empresarial en Benidorm, no se le conocía más currículum que su trabajo en grandes superficies. No necesitó experiencia en el ramo ni oposición ni paso por la Universidad para medrar en el ministerio. Cuando estalló la corruptela, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) puso bajo el foco su empresa, Erikapat Consultoría Internacional S.L., sin apenas actividad y con números negativos. Es madre de una niña pequeña y dice que le cuesta «mucho esfuerzo compatibilizar la vida familiar con sus obligaciones». Según los informes de la UCO, la pareja habría utilizado a la niña para realizar operaciones que explicarían su enriquecimiento patrimonial.

Patricia Úriz, mujer de Koldo García. Caso KoldoLa Razón

¿Qué seduce de estos ejemplares, asiduos de los lupanares, que creíamos en peligro de extinción? Por lo que se sabe, Koldo, a quien Sánchez definió como «guerrillero de grandes dimensiones físicas y corazón comprometido», usa maneras más bien rudas. La gijonesa Claudia Montes, que ha denunciado en una carta su complicada situación personal tras verse implicada en el caso como una más de las «señoritas de compañía» vinculadas a Ábalos, le dijo a este que Koldo le pedía «cosas obscenas» que tiene grabadas.

En medio de la investigación, la UCO encontró en un móvil de Koldo mensajes y otros archivos que podrían implicarle en un caso de violencia machista contra Úriz. Ellos, ya separados, lo niegan. Si hubo amor, debió de ser un acto de fe similar al de los senadores que tuvieron que creerse que realmente era ella.