Marbella

Fotos en Marbella

La Razón
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Sorprendió la visita de Michelle Obama a Marbella, ciudad innombrable para algunos políticos españoles que la consideran lugar del que hay que huir y en el que no te deben retratar, dejada a la voluntad de los Gil no por mérito de éstos sino porque aquéllos decidieron abandonar a su suerte a un territorio que parecía maldito por la imagen folklórica que acabaron dándole los cachulis y pantojas de turno. Aunque no sólo por eso. Ningún dirigente español de altura, mucho antes incluso de que el difunto presidente del Atlético llegara a alcalde, osó poner sus pies sobre la joya de la Costa del Sol, lo que contribuyó a desacreditarla. Por eso llama tanto la atención que ahora unos y otros empiecen a sacar pecho marbellí, diciendo que es la meca del turismo de Andalucía, España y tralará, apuntándose como propio el mérito de un viaje que sólo corresponde a la mujer del presidente de USA. Es decir, como congratulándose de que la señora Obama haya elegido una zona tan mimada por España y sus administraciones. Lo cual es el colmo del cinismo. Porque, ¿acaso recuerda alguien alguna visita de Zapatero a Marbella en los últimos años? Seguro que no, igual que tampoco del presidente de la Junta, señor Griñán, ni del ahora vicepresidente Chaves. No es novedad ,porque tampoco fueron González ni Aznar cuando gobernaban, si bien este último acabó comprándose una casa por allí. Diríase que Marbella no está bien vista para sacarse fotos, aunque sí para disfrutar de su microclima, razón por la que era elegida durante años por jeques y príncipes árabes, el rey de Arabia Saudí, artistas como Sean Connery o ricos que amarraban sus barcos en Puerto Banús y se hospedaban en mansiones de la milla de oro o en los numerosos hoteles gran-lujo de la zona. Ésa ha sido la clave del éxito mundial de Marbella, que se mantiene por mucho que su imagen se derrumbara durante los años ominosos de las yolas y espartacos de turno. Se puede entender que a uno en particular no le guste el turismo de élite, pero lo cierto es que no pocos países pagarían por tener un enclave con la proyección de Marbella. En vista de lo cual aquí las administraciones se han dedicado a hundirla en vez de a ponerla en valor.

En realidad lo que le hace falta es que los políticos se olviden y la dejen ser lo que fue. Marbella no adquirió el nombre que tiene por el PSOE o el PP. Todo lo contrario: lo es pese al PSOE y al PP, y pese a Julián Muñoz, Roca y los Gil. Estos últimos llegaron porque los primeros fueron incapaces de gobernarla como deseaban sus habitantes.
Lo que necesita Marbella es que le otorguen libertad para que la iniciativa privada siga agrandando su nombre. Lo bueno que hay allí es obra de emprendedores que arriesgaron su dinero justo donde las administraciones fallaban. El complejo hotelero en el que se aloja Obama no es obra de la Junta ni de ministerio alguno. Es una inversión del grupo norteamericano Ritz-Carlton, igual que otros lo son de ingleses, franceses, alemanes o árabes. Son ellos los que han hecho de Marbella el emporio que es. Los gobiernos españoles sólo se han dedicado a poner trabas. Y ahora a las fotos.