La Fura también se come

Treinta espectadores catarán a qué sabe La Fura. Literalmente. La historia más gore del teatro clásico tiene ahora forma de menú. Para empezar, unos entrantes. Digamos, lengua de hija de general. Para acompañar, un buen vino. Tinto, por supuesto. Sangre de bárbaro, con denominación de origen romana. Los segundos serán de consistencia: mano de militar, vuelta y vuelta, aderezada con odio, y cabezas de primogénitos de reina, a la espuma de venganza bestia bestia... El menú es hipotético, claro, porque de momento no han querido adelantar detalles. Pero podría ser algo así. Hablamos de «Degustación de Titus Andronicus», la penúltima provocación o experimentación de La Fura dels Baus, una compañía con buen ojo para estar atenta a las últimas tendencias.

La tragedia más sangrientaLa gastronomía lo es. Los fogones están de moda, llenan portadas y titulares, y los chefs han pasado de ser artesanos anónimos a grandes estrellas mediáticas gracias a la Guía Michelin. La nueva propuesta de los catalanes, inspirada en la tragedia más sangrienta de Shakespeare –la historia de Tito Andrónico, un general romano que sufrirá la venganza de la reina goda Tamora, a cuyos hijos ha ajusticiado, cuando ésta se case con el emperador Saturnino–, tendrá sabores y olores y se desarrollará entre fogones. El espectáculo, dirigido por Pep Gatell, uno de los codirectores de La Fura, mezclará en escena el texto con la labor de tres cocineros salidos de Mugaritz, uno de los templos culinarios del País Vasco. El chef Andoni Luis Aduriz ha confeccionado el menú para el montaje, que se estrena mañana en el edificio Tabakalera de San Sebastián, donde se representará tres días antes de arrancar una gira por España.

«Degustación de Titus Andrónicus» devuelve con una brillante idea a la Fura más innovadora. «La hemos elegido –explicar Gatell– porque es una obra muy trepidante, escrita casi en blanco y negro, como un vídeo clip, en el que se pasa del amor al odio, del triunfo al fracaso, del bien al mal a una velocidad vertiginosa», informa Efe. La compañía ha limado versos de la obra para quedarse con la narración; el resto lo contarán las proyecciones en varias pantallas: rostros de bebés que gesticulan , carteles electorales romanos y legiones virtuales. Los personajes principales se pasean sobre atalayas rodantes mientras otros transportan cadáveres sobre parihuelas metálicas que desprenden luz. Todo ello sucede mientras dos cocineros van preparando el menú, para treinta espectadores.

Caníbal con dos estrellas MichelinHabrá guiños antropófagos en la carta, un menú «simbólico» que «juega a las metáforas», según explicó Andoni Luis Aduriz, ya que los cocineros irán «preparando» las partes humanas que la ficción les entrega, empezando por los cuerpos descuartizados de los hijos de la reina Tamora. Aduriz y dos cocineros de su restaurante de Rentería, Mugaritz, que cuenta con dos estrellas de la Guía Michelin y sigue un año más entre los mejores 50 restaurantes del mundo según la revista «Restaurant», prepararán el menú de cada función, que probarán 30 personas del público elegidas al azar. El restaurador aseguró que de vez en cuando le gusta «cruzar fronteras». Aunque el equipo de esta producción (en la imagen, una escena del montaje) ha preferido no desvelar el menú, sí adelantó un detalle: los actores llevan unos tatuajes que aparecerán en las piezas comestibles que lleguen a los platos del respetable.