Sevilla

Cajasol acepta romper el acuerdo con Urbanismo que firmó Monteseirín

La Torre Pelli se sigue levantando pese a la amenaza para la ciudad que supondría el informe de la Unesco
La Torre Pelli se sigue levantando pese a la amenaza para la ciudad que supondría el informe de la Unescolarazon

Sevilla- Dos días antes de las elecciones municipales, el ex alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y Antonio Pulido, presidente de Cajasol, firmaron un convenio entre el Ayuntamiento y la entidad financiera con el objetivo de entregar a la caja los suelos de la actual Gerencia de Urbanismo y una parcela de equipamiento dotacional administrativo público, a cambio de que ésta cediera al Consistorio una parte sin especificar de la Torre Pelli para implantar allí las futuras sedes de Urbanismo y de Emvisesa. Este acuerdo ha quedado definitivamente «roto» y sin efecto, según confirmó ayer a LA RAZÓN de Sevilla el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez. Cajasol respondió la semana pasada a una comunicación oficial realizada desde el nuevo Gobierno local en la que se hacía constar que el acuerdo «no era legal» y la entidad presidida por Pulido asegura que «no tiene inconveniente en dejar sin vigor» dicho convenio.

Los suelos de la Gerencia, calificados como servicios terciarios, tienen una superficie de 38.324 metros cuadrados y una misma edificabilidad de los mismos metros cuadrados de techo», mientras que la parcela de equipamiento dotacional cuenta con «una superficie de 11.500 metros cuadrados, con una edificabilidad de 60.400 metros cuadrados en planta baja más cinco plantas».

No legal
Desde un primer momento, tras conocer dicho acuerdo, el equipo de Juan Ignacio Zoido se mostró reacio. De hecho, desde la Secretaría General del Ayuntamiento ya se había emitido previamente el 5 de mayo un informe que dudaba de que una operación urbanística de esta envergadura saliera adelante, pues el acuerdo incumplía la Ley y el Reglamento de Bienes de la Entidades Locales de Andalucía.

En el convenio, en cambio, se expresaba que los bienes descritos son patrimoniales del Ayuntamiento y, por tanto, «susceptibles de permuta», que en este caso era «permuta de cosa futura».

Zoido se mostró muy contundente desde el mismo mes de junio. «El acuerdo no defiende los intereses de Sevilla y sí los particulares de alguien», llegó a decir el alcalde, anunciando que denunciaría el convenio en el caso de que Cajasol no mostrase «coherencia».

El Consistorio, según relató Vílchez, remitió una comunicación indicándole a Cajasol el inicio del expediente para resolver el acuerdo firmado. «La entidad financiera nos respondió hace unos días que no tiene inconveniente a la resolución de ese acuerdo. Nosotros entendemos que administrativamente no era legal y ellos no formulan objeción alguna y lo dan por cerrado», comentó el delegado de Urbanismo, dando el procedimiento ya por terminado.

La búsqueda de una nueva ubicación de las oficinas de la Gerencia es una necesidad dado el pésimo estado de las caracolas en las que se instalaron esta dependencias en el año 1992, pero no a cualquier costa. Así, Cajasol pierde un inquilino para su polémica Torre Pelli, cuya construcción marcha a un ritmo sostenido a expensas del pronunciamiento de la Unesco. De hecho, el Ayuntamiento espera el informe de dicha organización pues Zoido está dispuesto a recortar su altura o paralizar las obras si se pone en peligro la declaración del conjunto histórico monumental como Patrimonio de la Humanidad.