Sevilla

Madrid el verdadero examen de los ganaderos

Un ciclo donde acuden las ganaderías punteras en este 2011 y los premiados del año pasado, pero que echará en falta a «adolfos» y «victorinos».

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Del mismo modo que los carteles son fruto de una esmerada gestión, no lo debe ser menos la elección de los hierros que saltarán a Las Ventas desde hoy mismo. Es evidente que sin toro no hay Fiesta. El animal es la materia prima sobre la que se sustenta este arte. Como si se tratase de un lienzo inmaculado o un bloque de mármol de Carrara donde cada artista expresa su arte, los ganaderos cuidan en el campo las reses reseñadas para tal evento. Los criadores se esmeran en presentar al público venteño sus mejores «creaciones». Serán, si el pañuelo verde de la presidencia no dice lo contrario, más de 180 animales los que salgan por la puerta de chiqueros. Son el trabajo de cinco años, que se somete a examen en poco más de veinte minutos.

Cuando se presentaron los carteles del ciclo isidril y del Aniversario se habló de la ausencia de determinados hierros, cada cual por sus motivos, pero los que vienen son los que hay. Todos los ganaderos están rematando sus lotes para no defraudar en el escenario más importante del mundo. Repiten ganaderías triunfadoras de 2010: Cuadri, que se llevó la mayoría de los premios al mejor toro del pasado San Isidro con «Frijonero», o Puerto de San Lorenzo, que fue galardonada como corrida más completa.

Del mismo modo, no faltarán vacadas que en este inicio de temporada están cosechando éxitos notables. Acaba de cerrarse la Feria de Abril y aún se habla de «Arrojado», toro de Núñez del Cuvillo que indultó José María Manzanares. El ganadero, Álvaro Núñez, deja claro que lo sucedido en La Maestranza fue algo «extraordinario» y repetirlo en Madrid es, como poco, una «utopía». «La ilusión y la confianza en nuestro productos es plena. No pensamos en otro indulto, aunque sí esperamos que salgan toros que embistan con la misma calidad que "Arrojado"», comenta el representante de la vacada gaditana.

Si se habla de indultos, esta temporada hay un hierro que suma tres: Garcigrande. Los números siempre son fríos y pueden llevar a equívocos, pero los ejemplares de la familia Hernández, lejos de cifras, han sido protagonistas de grandes momentos en estos meses. Volviendo la vista unas semanas atrás, con un encierro de esta casa El Juli volvió a abrir la Puerta del Príncipe por segundo año consecutivo. Antes, durante la Feria de Invierno en el Palacio de Vistalegre, la reses salmantinas permitieron que la terna ­ –El Juli, Manzanares y Talavante– ­ saliese a hombros del coso de Carabanchel. Justo Hernández no quiere crear expectativas en vano y los que mejor pueden defender su nombre son los propios astados. «Hasta que no salga la corrida no podemos hablar de éxito o fracaso», y continúa «Madrid es una plaza en la que triunfar como ganadero es muy difícil», comenta el representante del hierro concienciado de la responsabilidad que supone lidiar una corrida completa en la feria.

Imprescindible en la cita de Madrid es Victoriano del Río, porque sus reses han cosechado muchos triunfos. Este año lidiará la corrida de la Beneficencia. Como el propio criador reconoce, se trata de «un estímulo y una gran responsabilidad a partes iguales». El ganadero considera que su corrida está preparada para dar espectáculo. «La presentación es extraordinaria, sólo falta que embistan y den el juego que se espera de mis toros», asegura. Sobre la posibilidad de un posible hito como el que se produjo en Sevilla con el toro de Cuvillo, Del Río fue contundente: «Eso es un milagro y en Madrid no suceden milagros». «Mi particular indulto se produjo cuando en esta misma plaza le dieron una vuelta al ruedo clamorosa en 2009 a «Beato» (toro de la despedida de Luis Francisco Esplá de Madrid). Eso es para mí triunfar» relata Victoriano del Río.

Para el sector de la afición más torista, la ausencia de algunos hierros –véase Victorino y Adolfo Martín o Miura–puede restar entidad al serial, aunque su demanda la pueden cubrir hierros como el de José Escolar, el portugués de Palha –que querrá resarcirse de la mala imagen del año pasado–, o el de Cuadri.

Para los festejos de rejones el encaste no varía con respecto a la normalidad, los «murubes» de Luis Terrón, Los Espartales y Fermín Bohórquez son los elegidos por su comportamiento propicio para este espectáculo. En cuanto a los utreros, la nota llamativa es la participación del hierro madrileño de Flor de Jara, procedencia Santa Coloma, que ya lidió el pasado año y dejó una grata impresión.


Esperados regresos
Con ilusiones renovadas vuelve a San Isidro un veterano ganadero, Francisco Medina, al que el público madrileño espera con mucha ilusión. Después de la venta de El Ventorrillo se embarcó en el proyecto de El Montecillo, una vacada que ya se presentó en Las Ventas el verano pasado con una novillada, ahora está por ver si ofrece los mismos resultados que con su anterior hierro. El propietario de la vacada toledana tiene una «esperanza ciega» en que los toros reseñados ofrecerán el espectáculo que a priori se les supone. «Volver a Madrid con una corrida de toros es porque yo vivo por y para esto, no podré dejar de ser nunca ganadero y estoy convencido de las cualidades de mis animales. De lo contrario no iría». Medina está ilusionado con el festejo del 14 de mayo (tarde en la que está anunciado), aunque reconoce que conforme se acerca la fecha los nervios aparecen por la responsabilidad que supone el envite. «Yo me conformo con que dos o tres toros embistan, a partir de ahí sería un éxito mayúsculo», asegura el veterano ganadero.

En una situación similar se haya Partido de Resina, que después de años sin lidiar un encierro completo en Madrid, el verano pasado volvió a Las Ventas con una buena corrida. Subsanados los problemas con la tuberculosis y la consaguineidad propia de encastes tan puros, los antiguos «Pablo Romero» se anuncian de nuevo en la primavera madrileña y el reverdecer de esta ganadería se pondrá a examen.

Si unos vuelven otros jamás podrán hacerlo, la carretera cercenó la vida al ganadero más influyente de las últimas décadas: Juan Pedro Domecq Solís. Como si de una obra póstuma se tratase, el emblemático criador tenía en su finca de Lo Álvaro un lote de toros preparados para la cita en el coso de la calle Alcalá. El día del festejo será algo emotivo, puesto que su figurá estará en la mente de todos. No obstante, la figura de Juan Pedro estará presente por muchos años en San Isidro, no sólo con el hierro que hereda su hijo, sino porque del fruto de su trabajo y selección han bebido innumerables ganaderías, por lo que él será partícipe de los éxitos de muchos de los logros de aquellos que aprendieron de él.

 

La Variedad
- El encaste Domecq es el que predomina en la mayoría de los encierros reseñados para San Isidro 2011. Los hierro más emblemáticos que representan esta sangre, además del mismo Juan Pedro Domecq, son los de Victoriano del Río, El Montecillo o Garcigrande, entre otros.
- De la línea Atanasio acuden al ciclo madrileño vacadas como la de Puerto de San Lorenzo, Cuadri o Javier Pérez Tabernero, que este año será su última camada con esta sangre, la próxima temporada lidiará reses de origen Jandilla.
- La variedad Núñez volverá a Las Ventas con los hierros de Alcurrucén y El Cortijillo.
- En minoría se hayan encastes como los de Santa Coloma con Flor de Jara, Albaserrada con José Escolar, Cabrera con Partido de Resina, o Gamero Cívico con Samuel Flores.