Ciencias naturales

Combinan genes de plantas para que resistan el estrés ambiental

Investigadores de la Universidad de Málaga analizan los distintos procesos biológicos que condicionan la tolerancia de las plantas a los estímulos externos y combinarán genes de diferentes vegetales para conseguir que resistan el estrés ambiental al que están sometidos.

Los científicos estudian la forma en que se expresan los genes de determinadas especies en diversas condiciones ambientales para averiguar, entre otras cosas, el efecto de la sequía o de una excesiva humedad y obtener así plantas más tolerantes a dichos estímulos, ha explicado el responsable del estudio, Miguel Ángel Botella.

Además, han comprobado que las zonas con altos niveles de ozono provocan un estrés "oxidativo"en los vegetales aunque, según ha apuntado el investigador, no se trata de un elemento que esté afectando de manera considerable a las cosechas.

En cuanto a los síntomas que presentan las plantas con estrés, el impulsor del proyecto ha asegurado que no se puede generalizar, ya que todos los vegetales no están sometidos a una determinada reacción, por lo que es necesario especificar qué carácter se pretende mejorar y concretar en qué especie.

Botella ha afirmado que todas las plantas sufren distintos tipos de estrés y mientras algunas se ven afectadas por las altas temperaturas otras reaccionan cuando crecen en climas fríos, y ha matizado que el objetivo es mejorar la producción de determinados vegetales que presentan problemas reales.

El responsable del estudio ha aseverado que combatir el estrés ambiental que sufren los árboles resulta complicado, sobre todo en las zonas de alta salinización, y ha añadido que "lo ideal"sería conseguir cosechas que fueran más resistentes a la sal, para que, de este modo, pudieran crecer especies donde otras no son capaces.

Se ha referido también a posibilidades como la "fitoremediación", que consiste en utilizar plantas que absorban la sal.

Respecto al calcio, fundamental para los vegetales dado que lo necesitan para vivir, mejora parcialmente la tolerancia a tensiones muy concretas, pero niveles muy altos pueden resultar tóxicos para estos seres vivos.

El grupo de investigación dirigido por Botella experimenta principalmente con una especie de planta "modelo", cuya genética se conoce a gran escala, mientras que también aplica este tipo de análisis a otros vegetales de interés comercial como es el tomate.

Una de las integrantes del proyecto, Verónica González, ha señalado a Efe que el experimento consiste en mutagenizar semillas al azar, las cuales crecerán en sequía para poder estudiar la respuesta de cada una.

González ha añadido que las plantas con estrés -que presentan un color más oscuro dado que no se desarrollan correctamente, son de poca estatura y tienen raíces más pequeñas- riegan menos de lo normal y, por consiguiente, se secan antes de tiempo.