Zarzuela contra el calor

 Para abrir boca, y hasta el 12 de agosto, el teatro Alcázar-Cofidis (Calle Alcálá 20) acoge tres de las zarzuelas más queridas por el público: «Agua, Azucarillos y Aguardiente», «La Verbena de la Paloma» y «La Tabernera del Puerto». Hasta el 29 de julio, se puede disfrutar de las dos primeras, parte de la llamada «trilogía del madriñelismo» junto a «La Revoltosa», en una sola función dividida en dos actos: en el primero tendrá lugar la representación de «Agua, Azucarillos y Aguardiente» y en el segundo, la de «La Verbena de la Paloma». Del 31 de julio al 12 de agosto, ya en puertas de las fiestas de la Paloma, «La Tabernera del Puerto» dispone de toda la escena para sí.

El espectáculo de la compañía Escena Lírica cuenta con la dirección musical de José Antonio Irastorza, que ha realizado para la ocasión dos nuevas versiones musicales de las partituras de Federico Chueca, quien compuso la música para el libreto de «Agua, Azucarillos y Aguardiente», de Miguel Ramos Carrión, y de Tomás Bretón, que lo hizo para el de «La Verbena de la Paloma», de Ricardo de la Vega.

En el elenco de «Agua, Azucarillos y Aguardiente» figuran, entre otros, Belén López y Rosa Ruiz que dan vida a «la Pepa», la dueña del puesto del paseo de Recoletos en torno al que se desarrolla la mayor parte de la acción, basada en la vida diaria del Madrid de finales del siglo XIX; Carmen Aparicio encarna el personaje de «la Manuela», la aguadora ambulante que protagoniza la trifulca con «la Pepa». El papel de la joven y delicada Asia está interpretado por María Jesús Sevilla; el de su madre, doña Simona, por Carmen Dólera; el de su novio, Serafín, por Enrique R. del Portal, así hasta un total de diez personajes y más de 15 cantantes y actores.

En cuanto a «La verbena de la Paloma», el famoso personaje de don Hilarión, el viejo boticario, está interpretado por Rafael Álvarez de Luna; las chulapas Susana y Casta son en esta ocasión Belén López o Rosa Ruiz, la primera, y María Jesús Sevilla, la segunda.

En total son 15 los personajes que forman parte de esta historia que transcurre en uno de los barrios más típicos de Madrid, cerca de la calle de Toledo, en la noche del 14 de agosto, durante la celebración de dicha verbena. Tras una sobredosis de «madrileñismo», «La Tabernera del Puerto» nos transporta al Cantábrico, al imaginario pueblo norteño de Cantabreda. Y así, entre habaneras, salves, galernas y amoríos salimos más fresquitos que una sardina camino de una terraza donde seguir veraneando en el Baden-Baden castellano.