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La potencia que somos por José María LASALLE

La Razón
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El español, una herramienta mal explotada
La lengua española posee un valor estratégico y tiene una proyección internacional que por desgracia no ha sido bien rentabilizada en los últimos años de Gobierno socialista. Nuestro idioma lo hablan casi 500 millones de personas en todo el mundo y básicamente es la primera lengua de comunicación materna en la actualidad. En ese sentido, España tiene que liderar junto a los países latinoamericanos una interlocución que permita gestionar a pleno rendimiento el valor estratégico y económico del español y su enorme potencial como lengua de creatividad.

La otra lengua de internet
A diferencia de otros idiomas que tienen que sobreprotegerse para tener un espacio en la red, el castellano, junto con el inglés, es una lengua que se va a expandir de una manera potente en los próximos años. Necesitamos un nuevo marco de regulación, una nueva ley de propiedad intelectual, que dé seguridad jurídica y que permita, con flexibilidad, a una lengua extraordinariamente creativa e innovadora adaptarse mejor a las nuevas tecnologías. La regulación que España introduzca en este campo tendrá que impulsar esa proyección, no restringirla. El castellano, junto con el inglés, tiene que ser la lengua de Internet en los próximos años.

Todo por hacer en Asia
La capacidad de interlocución de España en Asia ha sido hasta ahora limitada y difusa. España tiene una oportunidad estratégica muy grande en esta zona del mundo. Por tanto, hay que ser capaces de explotar nuestro potencial no solamente en China sino fundamentalmente en India, un país que ofrece unas oportunidades enormes para la penetración del español. El uso del inglés en India –una lengua muy relevante desde el punto de vista económico– puede complementarse con el conocimiento del español. Por eso hay que trasladar a la comunidad académica y científica, al a industria y a las élites indias que si incorporan el castellano tendrán una ventaja inigualable en el resto de los países asiáticos.

El talento, desaprovechado
El aspecto cultural no ha sido bien promocionado en estos años. Desgraciadamente, el presidente del Gobierno no ha viajado con la cultura en su maleta, no ha sido capaz de proyectar la imagen de país que ofrece la cultura española, que es, sin duda, una de las claves pro alas que se nos reconoce en le mundo. Francia y Alemania proyectan mucho mejor su imagen en este sentido sin tener la potencial cultural que atesora España.

Política exterior descoordinada
Es indiscutible que una de las claves de la regeneración cultural que España tendrá que vivir en los próximos años es hacer todavía más eficaz la cooperación entre las distintas instituciones. Hasta el momento esa cooperación ha carecido de coordinación, algo que resulta imprescindible para potencial el valor de nuestra cultura. España tiene que fortalecer aún más los vínculos cooperativos y recuperar un organismo clave y extraordinariamente útil en el Gobierno de José María Aznar como fue la Comisión Delegada para Asuntos Culturales.

La excepción cultural, un paso haci atrás
Es el instrumento que países como Francia han tenido que utilizar para no ser diluidos por la potencia económica y cultural de Estados Unidos. España no necesita esa protección porque tiene detrás una cultura compartida por 500 millones de hispanohablantes en el mundo. Somos una gran potencia y tenemos que ser capaces de proyectarla. La internacionalización de nuestra industria cultural es un ejemplo para el resto de ámbitos de la cultura que afectan a la marca España.

Sin una política de mecenazgo
Hay que cambiar el paradigma del régimen de ayudas públicas por una herramienta que hasta ahora no se ha explotado lo suficientemente bien como es el mecenazgo. Necesitamos modelos de gestión eficientes para fortalecer nuestra marca siguiendo el modelo de países como Estados Unidos y el Reino Unido. Por tanto, la política de ayudas públicas tendrá que ser revisitada en los próximos años, especialmente en un momento de crisis en que se nos pide la máxima eficacia en la gestión de los recursos.


José María Lasalle
Portavoz del PP de Cultura en el Congreso