Comunidad de Madrid

Festival Escurialense

La Razón
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Se publica bastante más sobre el Festival de El Escorial de lo que su programación posiblemente merecería, lo que denota la buena gestión de la Comunidad de Madrid y la sensibilidad de los medios de información, que esperan el momento en que recupere la ambición con la que nació. La programación es inteligente para su escaso presupuesto, combinando el atractivo para el gran público con los espectáculos de ámbito más limitado. Entre los primeros, por ejemplo, la repetición del título «Tosca» con Elisabette Matos como protagonista y Miguel Ángel Gómez Martínez a la batuta, «Don Gil de Alcalá» o los ballets «Carmen» y «El Amor Brujo». Resalta el regreso de Enrique Pérez de Guzmán con el «Concierto para piano» de Schumann, y resulta curioso el homenaje flamenco «Cayetana, su pasión». Sin embargo, se echa de menos el pulso de sus comienzos y se espera que algún día llegue el anhelado «Don Carlo», pero para todo ello haría falta un cambio en la fórmula de financiación y gestión, que en plena crisis se antoja harto difícil.Por eso contrastan con todo ello las informaciones que hablan de un sobrecoste en la adquisición del solar sobre el que se levanta el teatro–auditorio. De una expropiación inicial por poco más de cien millones de pesetas se habría llegado a pagar, tribunales de por en medio, treinta millones de euros a Euroforum, que ni siquiera era entonces su propietario. Sería necesaria una investigación al más alto nivel de la CAM. ¡Qué pena que ese dinero no haya podido aplicarse a los contenidos en vez de al continente!