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Abrazos calentitos

La Razón
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Un anuncio de la tele recomienda: «ahora en Navidad, abrázate a quien quieras, ¡pero baja un poquito la calefacción!…». Es un consejo del Gobierno de España. Inmediatamente, me he puesto a seguirlo al pie de la letra. He bajado la calefacción. A los cinco minutos, ya pegaba más tiritones que un yonqui. La escarcha me formó un bigotito que me daba un aire como de político del PP después de maitines. He mirado a mi alrededor buscando a mis seres queridos, pero estaban tan ateridos como yo, por no hablar de que exudaban más virus que el lavabo de la estación del Ave Madrid-Málaga. No pude abrazarme a ellos, so pena de perecer de un gripazo. Entonces pensé que a quien quiero abrazarme de verdad es a George Clooney (siempre he sido muy original). Llamé al Ministerio correspondiente, que patrocina el anuncio con nuestros dineros, y les dije: «Miren, he decidido seguir su consejo de ahorrar calefacción abrazándome a quien yo quiera, y quiero abrazarme a George Clonney. Les llamo para que ustedes me faciliten el contacto, nunca mejor dicho». La señorita que me atendió pareció tomárselo a mal y me mandó a visitar un sitio cuyo nombre la buena educación me impide reproducir aquí. No me di por vencida, y volví a telefonear, esta vez a Moncloa. «Oiga, que estoy siguiendo sus recomendaciones para ahorrar energía abrazándome a quien yo quiera…». Allí me respondieron que quizás no me daba cuenta, pero que tenían fichada mi llamada y saben cómo me llamo y dónde vivo, además de hacerse una clara idea de mis intenciones. «Pero es Navidad, y estoy pasando más frío que Mamá Noel por seguir sus consejos…». «Oiga, señora, si quiere ligar, éste no es el mejor sitio. El presidente es un hombre de familia, digan lo que digan los obispos», me espetaron. Así pues, como contribuyente (que paga su parte del anuncio) exijo que lo cambien, que digan la verdad y en vez de aconsejar «Abrázate a quien quieras», recomienden: «Abrázate a quien puedas, pringao. Gobierno de España».