Barcelona

El 80% de los hijos de los inmigrantes prefiere comunicarse en castellano

Se ha encuestado a más de 3.500 jovenes de entre 12 y 17 años, con uno de sus padres nacido fuera de España.

El 80% de los hijos de los inmigrantes prefiere comunicarse en castellano
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Los inmigrantes prefieren hablar en castellano antes que en catalán. Una muestra de ello son los hábitos de los hijos de los inmigrantes que viven en Barcelona, entre los que un 80 por ciento prefieren hablar normalmente en castellano y solamente un 5,3 se decanta por comunicarse en catalán. Esta es una de las conclusiones del estudio sobre adaptación social y económica de la segunda generación de inmigrantes, realizado conjuntamente por profesores de las universidades de Princeton, Comillas y Clemson, que fue presentado ayer por la Fundación Cidob. A pesar que los hijos de la última ola de inmigrantes llegados a Cataluña aseguran no tener problemas para hablar catalán, el 31,6 por ciento lo habla mal o regular. Puede que ésta sea una de las razones por las que sólo el 2 por ciento utiliza esta lengua en casa. Mientras, el 65 por ciento usa el castellano en su domicilio.Para realizar el estudio se han encuestado a 3.577 barceloneses de entre 12 y 17 años nacidos dentro o fuera de España pero con uno de sus padres en el extranjero. Estos «nuevos catalanes» llevan un promedio de cuatro años viviendo en el país, cuatro menos de los que acumulan sus padres. A diferencia de sus progenitores, han aprendido el catalán en las escuelas. Sin embargo, el estudio constata que los que acuden a escuelas públicas tienen peor manejo del catalán que los de las concertadas. Según el estudio, presentado por dos de sus autores, Alejandro Portes y Rosa Aparicio, cuando estos jóvenes estudian ESO, un 46 por ciento de ellos querría alcanzar una titulación universitaria y más de un 40 por ciento quisiera tener una ocupación alta de mayor como gerente, ingeniero abogado o médico. Sin embargo, su expectativa real de conseguirlo se queda en la mitad. Pese a que su autoestima es más bien alta, un 2,9 sobre cuatro, el 20 por ciento de las personas que forman su círculo consideran que sus sueños se esfumarán con el tiempo. La imperfecta incorporación cultural se refleja en que sólo un 33,6 por ciento se considera español. Además, el 67 por ciento cree que los españoles se sienten superiores a los extranjeros.