Los actores de «la deuda del trueque»

Largamente reclamada, ajustada a la baja y mal pagada. Mucho tienen que cambiar las cosas para que cambie el final de la Disposición Adicional Segunda, ya contenida en el primer Estatuto de Autonomía y bautizada en su día como deuda histórica. Todo indica que buena parte de los 1.200 millones de euros que se comprometió a pagar el Estado – 500 millones menos que la cifra tope lanzada en su día por Chaves– será satisfecha «en especie». Es decir, a través de la cesión gratuita de suelo titularidad del Gobierno central. Otras iniciativas, como la demanda de la oposición y de la propia FAMP para que el dinero aliviara la crítica situación financiera de las corporaciones locales, han quedado totalmente orilladas. La Junta y PSOE han dado poco a poco hilo a la cometa del pago en especie hasta que se ha convertido en una opción prácticamente firme. Incluso el propio presidente andaluz, José Antonio Griñán, pone ya como ejemplo los terrenos en los que se edificará la Ciudad de la Justicia de Sevilla, sobre los que pesa además un difícil contencioso. A falta de dinero contante y sonante, se crea un mercadillo de estraperlo que puede además abrir la trampilla de la confrontación entre las distintas provincias andaluzas.