Narcotráfico
El héroe de Chihuahua: el niño que escapó y logró salvar a seis hermanos
Devin, de 13 años, escondió a media docena de menores mormones entre unos arbustos y caminó 22 kilómetros para pedir ayuda
Devin Blake Langford consiguió escapar de los disparos. A sus trece años era el mayor de los hermanos que viajaban en el vehículo y cuando escuchó la ráfaga de ametralladora que los atacaba corrió hacia el desierto. Atrás quedó su madre Dawna, que conducía la Suburban y dos de sus hermanos pequeños, todos muertos en el brutal ataque de un grupo armado hacia esta numerosa familia de mormones que habita en la sierra entre los estados de Sonora y Chihuahua desde hace un siglo, donde sus antepasados se instalaron para vivir en plena naturaleza y en paz.
Lo más rápido que pudo, Devin se alejó del lugar del ataque con los supervivientes, escondió a los seis niños, los cubrió con arbustos para ocultarlos de los pistoleros y se encaminó a pedir ayuda. Atrás quedaba una escena de horror que se había llevado por delante a gran parte de su familia.
Las tres camionetas habían salido del rancho La Mora (Sonora) el lunes temprano, aunque no lo hicieron a la vez. Primero salieron dos vehículos y unos minutos después el restante. A las 9:40 fue atacada la que viajaba rezagada que ardió en llamas sin dejar supervivientes y a las 11:00 sucedió un segundo ataque a los dos vehículos que iban unos 18 kilómetros por delante rumbo a Chihuahua por un camino de tierra. En total 9 muertos, tres mujeres adultas y 6 menores. Un bebé sobrevivió milagrosamente en el interior de uno de los vehículos que estaba completamente tiroteado y el resto de los niños huyó con Devin.
El adolescente se aseguró de que los supervivientes estaban bien camuflados y emprendió una ruta agotadora de vuelta a casa. Caminó durante 6 horas más de 20 kilómetros, consiguió llegar a La Mora y dar la voz de alarma a sus familiares, que más tarde lograron localizar a todos los menores con vida.
Julián LeBarón, familiar de las mujeres asesinadas y activista de derechos humanos, explicó ayer que los niños heridos tras el ataque fueron llevados a un hospital en Arizona para que fueran atendidos. «Uno de los niños tuvo un disparo en la mandíbula y parece que van a tener que hacerle cirugía de reconstrucción; a una niña le dispararon en el pie, la bebé le rozó una bala en el pecho y le dejó una herida muy grave, la bebé de Donna», relató el LeBarón.
El terrible suceso, que tiene conmocionado a todo el país por la crueldad del ataque contra víctimas indefensas, presenta aún muchos interrogantes. El principal, si el ataque fue dirigido contra la familia de mormones o si, como sostienen las autoridades mexicanas, fueron confundidos por el crimen organizado como una banda rival.
La principal línea de investigación apunta al enfrentamiento que mantienen dos bandas rivales que se disputan territorio en los dos estados: La Línea y los Salazar, que la noche previa al ataque mantuvieron un enfrentamiento en la próxima ciudad de Agua Prieta. Según explicó un funcionario del gobierno federal en la mañana del miércoles el ataque se atribuye a una célula de La Línea que trataba de evitar cualquier incursión de Los Salazar desde Sonora a Chihuahua. Según este funcionario, el tipo de vehículos de la familia son muy utilizados en la zona de la sierra por el crimen organizado, lo que habría llevado a la confusión y al ataque.
La familia LeBarón rechaza esta hipótesis y señala que según los testimonios de los supervivientes, una de las mujeres salió del vehículo con las manos en alto para aclarar que en los vehículos viajaban solo con niños y los pistoleros le dispararon a quemarropa. Adrián LeBarón, padre de una de las adultas fallecidas, dijo que la familia había recibido llamadas y amenazas del crimen organizado. De momento, hay tres detenidos por su supuesta vinculación con los hechos.
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