Evo Morales
La crisis política de Bolivia divide América Latina en dos bloques
Brasil, EE UU y el Gobierno de Juan Guaidó en Venezuela apoyan a Jeanine Añez como nueva presidenta. El presidente electo de Argentina, México y la Venezuela de Maduro no la reconocen como jefa del Estado
La dimisión de Evo Morales como presidente de Bolivia y la proclamación de la senadora derechista Jeanine Añez como presidenta ha dividido a los gobiernos de América Latina. No sólo polariza la legitimidad de la nueva mandataria. También está muy vivo el debate sobre si lo sucedido estos días fue o no un golpe de Estado contra Morales.
Además de los gobiernos incondicionales de Bolivia, como son Cuba y Venezuela, Uruguay y México califican lo sucedido como golpe de Estado. El de México fue el primer gobierno en dar un paso al frente con la decisión de otorgar asilo a Morales por razones humanitarias, al considerar que la vida del dirigente corría peligro. El presidente Andrés Manuel López Obrado no ha descartado reunirse con el líder indígena “si hace falta”.
El presidente electo de Argentina, el peronista Alberto Fernández, rechazó reconocer a Añez ya que bajo su visión lo que hubo en el país andino fue "un golpe de Estado". Fernández aconsejó al gobierno saliente de Mauricio Macri no reconocer “el resultado de un golpe de Estado. El presidente electo argumentó que en Bolivia "hubo un jefe del Ejército que pidió la renuncia de un presidente" y "una Policía que se amotinó", unos hechos que "en cualquier lugar del mundo se llama golpe de Estado".
Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta electa, criticó “la moda de autoproclamarse presidente” en América Latina, en referencia al líder venezolano Juan Guaidó, erigido como presidente interino del país.
Sin embargo, Macri solo ha reconocido como "autoridad" a Jeanine Añez. “En el vacío de poder generado por la renuncia de Evo Morales y de su vicepresidente, ella es una referencia de autoridad frente a la situación crítica de vacío institucional que hay, pero para poder ser designada y reconocida como presidenta provisional, es relevante el elemento de su ratificación por Asamblea Legislativa”, dijeron fuentes del Ministerio de Exteriores de Argentina al periódico “La Nación”
La Administración de Donald Trump reconoció inmediatamente a la nueva presidenta y se ofreció a colaborar con ella para organizar "cuanto antes" elecciones con las que pasar página a la actual crisis política. "Deseamos trabajar con ella y con otras autoridades civiles de Bolivia mientras organizan elecciones libres y justas cuanto antes, conforme a la Constitución boliviana", afirmó en Twitter el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak.
En el mismo lado que EE UU se posicionó Brasil, cuyo ministro de Exteriores, Ernesto Araujo, aseguró que Añez “asumió constitucionalmente la presidencia”. “El compromiso de convocar elecciones es importante. Por lo tanto, nuestra primera percepción es que se está cumpliendo el rito constitucional boliviano y queremos que contribuya a la pacificación y la normalización del país”, aseveró.
Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, dijo este fin de semana que “La palabra golpe se usa mucho cuando pierde la izquierda, ¿verdad? Cuando ganan, es legítimo. Cuando pierden, es un golpe. No entraré en esta narrativa”.
Por su parte, Colombia ha pedido “a los representantes de las instituciones del Estado, de los diferentes partidos políticos y de la sociedad en su conjunto a trabajar de la mano por garantizar un proceso de transición pacífico” en Bolivia y ha apoyado “que los ciudadanos bolivianos se puedan expresar libremente en las urnas y elegir a un nuevo gobierno con plenas garantías para su participación”.
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