Internacional
Justicia para la mochilera que encontró la muerte en Tinder el día de su cumpleaños
Un jurado de Nueva Zelanda encuentra culpable al acusado de matar a la joven británica Grace Millane, de 22 años, a la que contactó a través de la conocida aplicación de citas
Un jurado de Nueva Zelanda ha encontrado culpable de asesinato al acusado por la muerte de la mochilera británica de 22 años Grace Millane. Millane murió en diciembre pasado en su cumpleaños. La joven decidió celebrarlo con un encuentro Víctima y verdugo se conocieron a través de la aplicación de citas Tinder. Después de salir a tomar algo con él y regresar a su apartamento en el centro de Auckland, se produjo el asesinato.
Los fiscales dijeron que el hombre estranguló a Millane hasta la muerte. Los abogados de la defensa, por el contrario, argumentaron que la muerte fue accidental, que la pareja practicó un estrangulamiento erótico consensuado que fue demasiado lejos. Finalmente, el jurado no compró la tesis de la defensa y creyó los argumentos de la acusación.
Después de tres semanas de juicio, deliberaron durante unas cinco horas antes de emitir el veredicto de culpabilidad. El nombre del asesino, de 27 años, se mantiene en secreto por ahora por orden judicial, una restricción que a veces se impone en el sistema judicial de Nueva Zelanda. Afrontará con toda probabilidad una condena de cadena perpetua, que implica un período mínimo de 10 años sin poder aspirar a la libertad condicional. La sentencia se conocerá el 21 de febrero.
Después del juicio, los padres de Millane, Gillian y David, dijeron entre lágrimas a los medios que el veredicto fue bien recibido por amigos y familiares por igual. "No reducirá el dolor y el sufrimiento que hemos tenido que soportar durante el año pasado'', dijo David Millane. "Grace nos fue arrebatada de la manera más brutal hace un año y nuestras vidas han quedado destrozadas". Añadió que "Grace era nuestro rayo de sol y la extrañaremos para siempre".
Millane había estado viajando por Nueva Zelanda como parte de un viaje planeado de un año después de graduarse de la universidad. Su asesino, tras estrangularla, metió su cuerpo en una maleta, condujo hasta el bosque de Waitakere Ranges y la enterró en una tumba poco profunda, donde la policía encontró su cuerpo una semana después.
Su muerte conmocionó a la población en Nueva Zelanda, que se enorgullece de dar la bienvenida a los turistas y donde muchas personas viajan al extranjero también. Cientos de personas asistieron a vigilias a la luz de las velas después de su muerte, y la primera ministra, Jacinda Ardern, habló de que los neozelandeses se sienten "heridos y avergonzados" de que la mataron en su país.
Nueva Zelanda es un país habitualmente seguro, y su sociedad se ha sentido especialmente atacada con este suceso. Además, el turismo representa más del 20% de los ingresos en divisas y alrededor del 6% de la economía en general. El caso también ha sido seguido de cerca en Gran Bretaña.
Sexo duro llevado al extremo
Entre las pruebas clave para los fiscales se encontraba el testimonio de los patólogos sobre el período de tiempo, alrededor de cinco a diez minutos, y la cantidad de fuerza que se necesitaría para matar a alguien estrangulándolo. El fiscal Brian Dickey dijo que en algún momento, Millane habría perdido el conocimiento, lo que significa que el hombre habría tenido que seguir estrangulándola después de que ella se hubiera quedado sin vida, informó la agencia de noticias RNZ.
Una mujer, que había salido previamente con el hombre, testificó que temía por su vida durante un encuentro sexual con él después de que el hombre se sentara en su rostro, restringiendo su respiración sin su consentimiento. Los fiscales dijeron que el hombre tomó fotos explícitas de Millane después de su muerte, informó RNZ.
Los abogados defensores argumentaron que la muerte de Millane se redujo a dos personas jóvenes, borrachas e inexpertas que llevaron el sexo duro demasiado lejos. El acusado le dijo a la Policía que Millane le había pedido que la estrangulara y luego lo alentó a usar más fuerza.
La defensa argumentó que las búsquedas en Google fueron al azar y no fue hasta la mañana siguiente cuando el hombre se despertó que se dio cuenta de que Millane estaba muerta y entró en pánico, y decidió enterrarla en lugar de llamar a los servicios de emergencia.
"Es natural que tenga simpatía por la familia Millane y por Grace, que estuvo aquí en lo que debería haber sido una aventura feliz y emocionante", dijo el juez Simon Moore, del Tribunal Superior de Auckland, al jurado en su resumen. Pero el juez dijo que los miembros del jurado no podían permitir que los informes de los medios o sus emociones se entrometieran en su "tarea solemne" de llegar a un veredicto basado únicamente en la evidencia presentada en la sala del tribunal.
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