Reino Unido

Johnson rechaza investigar a Cummings e insta a la oposición a “pasar página"

El líder laborista, Keir Starmer, encabeza ahora los sondeos ante el desgaste del “premier” tras conocerse que su asesor estrella se saltó la cuarentena

Britain's Prime Minister Boris Johnson appears before the Liaison Committee in London
El "premier" Boris Johnson sufre presiones en su propio partido para cesar a su gurú, Dominic CummingsAndrew Parsons/10 Downing StreetReuters

Boris Johnson sigue defendiendo a capa y espada a su oscuro asesor, Dominic Cummings, a pesar de la gran polémica creada después de que éste último haya sido pillado violando las normas de confinamiento. Pese a las grandes presiones que tiene para deshacerse del gurú, ya no solo por parte de la oposición, sino de sus propias filas e incluso Gabinete, el primer ministro ha rechazado una investigación al respecto durante su comparación este miércoles ante el principal comité de Westminster.

Todos los inquilinos del Número 10 deben comparecer al menos dos veces al año ante el llamado “comité de enlace” -formado por los responsables de todos los comités de los Comunes- para dar explicaciones sobre la gestión del Gobierno. Ayer, era el gran estreno de Johnson. Y con la pandemia y el escándalo de Cummings no podía haber más expectación.

Pero, lejos de calmar las aguas, su intervención ha alimentado más aún si cabe la crisis. “No estoy seguro de que una investigación sea un buen uso del tiempo ahora mismo”, sostuvo Johnson, cuyo apoyo incondicional a su gurú está mermando día tras día su capacidad de liderazgo.

Ante las insistentes preguntas de los diputados, el líder “tory” recalcó que entiende “el enfado de la ciudadanía”, pero considera que “esta cuestión debe aparcarse a un lado, para poder continuar hacia delante”. En diversas ocasiones, al ser cuestionado por los detalles sobre la conducta de Cummings, el jefe de Gobierno emplazó a los parlamentarios a recuperar sus declaraciones de los últimos días, cuando ha asegurado que su asesor actuó “con responsabilidad, legalmente y con integridad”, después de conducir 400 kilómetros desde su casa de Londres al norte de Inglaterra para alojarse en una granja cerca de su familia para que su hijo de cuatro años pudiera ser asistido en caso de que los síntomas de su mujer y suyos por el Covid-19 empeoraran.

El hecho de que el primer ministro del segundo país del mundo más afectado por el coronavirus asegure ante el Parlamento que hay que pasar página después de que su estratega haya violado las medidas del confinamiento es extremadamente grave. El número de muertos en Reino Unido por Covid-19 asciende ya a 37.460.

El conservador Simon Hoare advirtió de que los ciudadanos británicos pueden ser menos proclives a respetar la cuarentena, si repuntan los contagios, ante la percepción de que la mano derecha del inquilino del Número 10 se saltó las normas sin consecuencias.

La popularidad de Johnson a raíz de la crisis ha caído en picado. Según la encuesta Savanta publicada por “The Telegraph”, sus ratios de aprobación son negativos por primera vez desde que se mudó a Downing Street. El nuevo líder de la oposición laborista, Keir Starmer, es ahora más popular que el primer ministro.

Por su parte, el sondeo YouGov publicado por “The Times” detalla que el 80% del electorado cree que el asesor rompió claramente las reglas y el 63% cree que debería ser despedido, entre ellos, el 52% de los votantes euroescépticos, un dato tremendamente significativo, ya que Cummings en su día fue el cerebro de la campaña pro Brexit.