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¿Puede convertirse Pekín en un nuevo Wuhan?

El nuevo brote de coronavirus en el mercado mayorista de la capital enciende las alarmas en las autoridades, que temen una segunda oleada

El Gobierno municipal pequinés anunció hoy que la capital china está en “guerra” contra el coronavirus tras detectar un nuevo brote en su principal mercado mayorista de alimentación, que ha causado ya 79 nuevos casos en los últimos días, según Efe. “Pekín ha entrado en un periodo extraordinario. Pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital”, afirmó en rueda de prensa el funcionario municipal Xu Ying. El rebrote se produjo una semana después de que Pekín relajase, el pasado 6 de junio, su nivel de emergencia sanitaria del segundo al tercer nivel.

¿Cuál es el origen del nuevo brote?

El origen de este brote todavía no está claro, y hasta ahora sólo ha trascendido que el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en el mercado de Xinfadi, en la capital china. El epidemiólogo Yan Peng aseguró a la cadena CCTV que, según una investigación preliminar, “la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa”, pero puntualizó que “los científicos necesitan tiempo para esclarecer cómo empezó la cadena de infecciones”. Según Yang, “una posibilidad es que el virus provenga del salmón congelado y que las bajas temperaturas hayan preservado el patógeno durante el transporte”.

¿Cómo es el mercado de Xinfadi?

Es el mayor mercado mayorista de Pekín y ocupa una superficie de 112 hectáreas. En él trabajan 1.500 empleados y hay más de 4.000 titulares de puestos de venta. Todos ellos deben permanecer en casa y hacerse una prueba de coronavirus en uno de los 193 centros designados hasta hoy lunes en Pekín. Si bien el barrio de Huaxiang en el distrito de Fengtai -donde se encuentra el mercado- elevó el domingo su nivel de alerta hasta “alto riesgo” y otras seis zonas subieron hasta el nivel medio, hoy diez comunidades residenciales cercanas al mercado de Yuquandong, en el distrito de Haidian, quedaron “cerradas hasta nueva orden” por su supuesta vinculación a los casos en Xifandi, informa la cadena CGTN. Varias ciudades de Hebei enviaron el domingo 300 toneladas de vegetales frescos para contribuir a paliar el efecto del cierre de Xinfadi, que suministraba el 90 % de estos productos a la capital.

¿Qué medidas se han tomado?

Más de 100.000 trabajadores están ya supervisando 7.120 comunidades de vecinos para evitar una propagación masiva del patógeno entre la población, recoge el rotativo Global Times. En Pekín se están realizando pruebas de ácido nucleico a todo aquel que haya tenido contacto con el gran mercado de alimentos frescos de Xinfadi, el principal de la metrópolis, cerrado a cal y canto desde el sábado. Sólo el domingo se realizaron pruebas a 76.499 personas, de las cuales 59 dieron positivo por coronavirus, contabilizó hoy Gao Xiaojun, portavoz de la comisión municipal de salud. Hasta el momento se han practicado unas 200.000 pruebas a personas que visitaron el mercado, según Global Times. La ciudad ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el patógeno.

¿Hay responsables políticos?

El nuevo brote ha llevado al Gobierno municipal pequinés a despedir al subdirector del distrito de Fengtai, Zhou Yuqing, y a otros dos funcionarios por, oficialmente, “incumplir con su deber en los trabajos de prevención y control de la COVID-19”. Wang Hua, secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en Huaxiang, perteneciente a Fengtai, y Zhang Yuelin, gerente del mercado mayorista de Xinfadi, igualmente han sido despedidos, recogió hoy la prensa local.

¿Puede ser Pekín un nuevo Wuhan?

Expertos consultados por la prensa china advierten de que, teniendo en cuenta la gran afluencia de personas que transitaban a diario por el mercado, será muy difícil rastrear a todas las personas que hayan tenido algún contacto con infectados. “Es demasiado pronto para juzgar la magnitud de este brote porque la fuente de infecciones sigue siendo desconocida. El número de casos confirmados en las próximas dos semanas indicará si el brote desencadena o no una segunda oleada de contagios en China”, comentó al rotativo Global Times el experto Wang Guangfa del Primer Hospital de la Universidad de Pekín. El epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, Zeng Guang, aseguró que “Pekín no será un nuevo Wuhan”, en referencia a la ciudad en la que comenzó a propagarse la COVID-19 y que quedó sellada durante meses.