Caso Madeleine McCann

“Brueckner secuestró y vendió a Madeleine McCann. Estoy seguro, era un pervertido”

El mejor amigo del principal sospechoso del caso de la desaparición de la niña británica afirma que el alemán se jactaba de "vender niños"

Madeleine McCann y el sospechoso de su desaparición, Christian Brueckner
Madeleine McCann y el sospechoso de su desaparición, Christian BruecknerBildLa Razón/Diario Bild

El mejor amigo de Christian Brueckner en Portugal lo tiene claro. El principal sospechoso del caso Madeleine es el responsable del secuestro y posterior venta de la niña. Lo describe como un pervertido capaz de todo por sexo o dinero.

Michael Tatschl, de origen austriaco, vivió durante un tiempo con Brueckner en Praia da Luz, donde desapareció Madeleine el 3 de mayo de 2007.

Según revela el diario “The Mirror”, Tassch afirmá de manera contundente “Sé que lo hizo”. “Era un pervertido y más que capaz de arrebatar a un niño por sus fantasías sexuales o por dinero”. También explicó que le gustaba alardear de la cantidad de joyas que había robado en los apartamentos de familias de turistas ricos. Taschl, de 46 años, matizó que Brueckner se jactaba de vender niños, aunque no se han encontrado evidencias de ello todavía, y sospecha que Madeleine fue vendida a una red de explotadores sexuales. “Siempre decía que tenía mucho dinero y que ganaba mucho. Incluso llegó a hablar de vender niños, tal vez en Marruecos”, publica “The Mirror”. “Lo más probables es que vendiera a Maddie. Estuve viviendo con él en esa época. Era mi mejor amigo. Sé que lo hizo”, concluyó.

Tatschl confirmó que Brueckner estaba obsesionado con la web oscura y sospecha que la usó para comerciar con pornografía y drogas. También explicó que en la casa de Praia da Luz tenía un luigar secreto en el que guardaba el botín de sus robos.

Estas declaraciones ya forman parte del caso abierto por la fiscalía alemana porque interrogaron a Taschl hace un año, lo que les sirvió en parte para seguir avanzando en la investigación y concluir que Brueckner es el responsable del secuestro y de la más que probable muerte de la niña británica de tres años. Probable porque el fiscal alemán Hans Christian Wolters responsable del caso, dijo en un primer momento que tenía evidencias de que había sido asesinada poco después del secuestro y luego rectificó y dijo que sólo había dado una opinión personal y que no tenía pruebas de ello.

La relación de Tatschl y Brueckner comenzó a finales de 2005 y empezaron a convivir en la casa de Praia da Luz en 2006. Ambos fueron detenidos al ser sorprendidos robando diésel de camiones. Tatschl, que en la actualidad vive en su Austria natal, dijo que espera que la detención de Brueckner por el caso de Madeleine sea “inminente”.

En su primera entrevista, describió al que fuera su amigo como un personaje extraño. “Definitivamente era un pervertido. Todos sus amigos pensaban eso de él. Tuvo algunos problemas sexuales. Espero que finalmente puedan cerrar este caso por la familia McCann y declarar culpable a Christian por lo que ha hecho. Necesita confesarlo ante la policía”.

Sobre su tiempo de conviviencia, afirmó que “Me quedaba en su casa y acampado con mi furgoneta en el jardín. Pasamos mucho tiempo juntos y nos divertimos bastante. En ese momento, Brueckner no tomaba drogas, pero le gustaba tomar una copa“.

Recordó que “era un muy buen ladrón” y que “subía fácilmente a los apartamentos del primer piso cuando los turistas estaban fuera. ”Robaba dinero, objetos de valor y pasaportes. Tenía un escondite en su casa, en el techo. Tenía el dinero y los pasaportes escondidos allí”, indicó.

Poco a poco Taschl comenzó a entrar en la espiral de Brueckner, lo que le llevó a robar diésel conel y fueron detenidos en Portimao y pasaron ocho meses en prisión preventiva a la espera de juicio. A pesar de estar privado de libertado, Brueckner consiguió que alguien fuera a su casa y limpiara las pruebas que lo relacionaran con el robo.

Pero no sólo borraron las pruebas sino que se llevaron los objetos de valor, entre ellos una cámara de vídeo casera, en la que grababa sus atrocidades. En la cámara había una cinta puesta con un vídeo de Brueckner violando y maltratando a una anciana encadenada a un poste de madera. “Fue en ese momento cuando descubrí que era enfermo”, relató.

Cuando Brueckner fue liberado se quedó en Praia da Luz, viviendo en la furgoneta Volkswagen Westfalia que la policía confiscó más tarde. “Creo que eso confundió a la policía, ya que no estaban seguros de dónde vivía exactamente cuando Maddie desapareció. Pero él tenía su camioneta y vivía por libre“, opinó.

Tatschl se mudó a una comuna hippie de Órgiva, en la alpujarra granadina, un mes antes de la desaparición de Madeleine. Dijo que Brueckner fue a visitarle a “finales de mayo o principios de junio” conduciendo una furgoneta Tiffin Allegro winnebago, en la que posteriormente la policía encontró los bañadores de niña en 2016. En esa visita, rpesumió de que “podía esconder drogas y niños dentro de la camioneta”.

“Todos nos preguntamos de dónde había sacado el dinero para comprarla. Debió costarle muy cara y asumimos que podría haber hecho un gran negocio relacionado con las drogas o algo así. Ahora sospecho que el gran negocio fue la venta de Maddie”, recordó.

La visita de Brueckner duró dos días y a continuación regresó a Alemania y perdieron el contacto. Taschl confesó que el momento en el que se dio cuenta de que Brueckner era el responsable fue cuando vio el documental de Netflix: “Cuando vi el documental supe de inmediato que era culpable. La parte en la que la turista hablaba de un tipo espeluznante con acné y cabello rubio, sabía que era Christian”.